El Estado invertirá antes de 1993 tres billones de pesetas en zonas de declive industrial de siete comunidades

El Estado planea invertir más de tres billones de pesetas en planes de reconversión regional de las zonas en declive industrial de siete comunidades autónomas entre este año y 1993. La inversión pública total en estas siete comunidades será de cinco billones de pesetas en el mismo período, según anunció ayer el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en conferencia de prensa. En su intervención, Solchaga descartó una subida del precio de la gasolina a corto plazo y relacionó cualquier hipotética subida de los carburantes a la evolución del precio del crudo antes que a la subida del dólar.
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El Estado planea invertir más de tres billones de pesetas en planes de reconversión regional de las zonas en declive industrial de siete comunidades autónomas entre este año y 1993. La inversión pública total en estas siete comunidades será de cinco billones de pesetas en el mismo período, según anunció ayer el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en conferencia de prensa. En su intervención, Solchaga descartó una subida del precio de la gasolina a corto plazo y relacionó cualquier hipotética subida de los carburantes a la evolución del precio del crudo antes que a la subida del dólar.

El Estado va a dedicar 3.154.908,7 millones de pesetas a planes de desarrollo regional de las zonas en declive industrial, es decir, aquellas que están incluidas en el Objetivo-2 de las políticas estructurales de la Comunidad Europea. Esas zonas -que ocupan un 9% de la superficie española y en las que vive el 21,7% de la población- están ubicadas en siete comunidades autónomas que, en total, recibirán poco más de cinco billones de pesetas de aquí a 1992 en concepto de inversiones públicas. Este volumen de inversiones tiene como objetivos la creación de empleo, el aumento de la productividad y el incremento del PIB por habitante.La Comunidad Europea cofinanciará estas inversiones previstas por el Estado -repartidas a un tercio y dos tercios entre la Administración Central y la territorial- con algo menos de 200.000 millones de pesetas provinientes de los fondos estructurales. España ha pedido 156.500 millones de ayuda al Feder y 53.500 al Fondo Social Europeo; estas ayudas se discutirán hoy en Bruselas pero, según Solchaga, es previsible que la Comunidad conceda algo menos.

Las zonas en declive industrial se caracterizan por una tasa de desempleo superior a la media comunitaria. En el caso español han pasado del 4,2% de paro en 1975 al 22,6% en 1985, y al 18,6% a finales de 1988, por término medio. El porcentaje de empleo industrial debe ser, además, igual o superior a la media comunitaria, y debe haber caído desde 1975. En el caso español, las pérdidas de empleo, desde 1976, rondan el medio millón de personas.

Cataluña, el País Vasco, Navarra, Cantabria, Rioja, Aragón y el cinturón industrial de Madrid comprenden las zonas en declive industrial. Las zonas en declive del País Vasco encabezan las inversiones públicas, con un total de 1,2 billones de pesetas de los tres billones totales, prácticamente el total de inversiones públicas en esa comunidad autónoma en los próximos cinco años.

Tras exponer el plan de reconversión regional, el ministro Solchaga pasó revista a una serie de problemas de la economía española, desde el proyecto de ley de reforma del impuesto sobre la renta hasta las condiciones de la entrada española en el Sistema Monetario Europeo.

En su intervención, Solchaga, descartó la posibilidad de que el Gobierno suba el precio de la gasolina a corto plazo como respuesta a la escalada de cotización del dólar. En opinión del ministro, habría que condicionar cualquier hipotética subida de la gasolina a ver cuál es su efecto añadido sobre la inflación. "Además", apostilló Solchaga , "nuestra mayor preocupación ahora no es la restauración de la renta del monopolio fiscal sino consideraciones de política industrial".

Resumió esas consideraciones al afirmar que "no quisiéramos tener subvencionado el precio de la gasolina", con lo que si el precio del barril de crudo siguiera la trayectoria alcista de abril y principios de mayo, se reabriría esa posibilidad. Sin embargo, desde finales de mayo, y ante el exceso de producción de los países de la OPEP, el precio del barril se ha orientado a la baja.

La incidencia del alza del dólar es, en opinión de Solchaga, mucho menor. Aunque encarece la factura del petróleo también abarata las exportaciones españolas a Estados Unidos, a través de la depreciación de la peseta.

El ministro también se refirió a las condiciones que pedirá España de cara a su integración en el Sistema Monetario Europeo. El tipo de cambio pivote de la peseta frente a las divisas europeas, y en particular frente al marco, "no debería ser muy diferente del que hay ahora", aseguró Solchaga para reiterar que "no veo la necesidad de una devaluación de la peseta".

Banda del 6% en el SME

El margen de fluctuación que pedirá España será el 6%, "al menos mientras la tenga Italia, ya que su economía es más fuerte y tienen menos problemas de balanza de pagos". La participación de la peseta en el ECU que pedirá la Administración estará en torno al 5%.El ministro reafirmó que el Consejo de Ministros del viernes, aprobará probablemente la reforma del IRPF.

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