Pekín refuerza la vigilancia en la Embajada de EE UU
Las autoridades chinas han reforzado la vigilancia policial en la entrada de la Embajada norteamericana para impedir que otros ciudadanos puedan refugiarse, como lo hizo hace una semana el científico disidente Fang Lizhi y su esposa, Li Shuxian. La tensión entre China y Estados Unidos ha crecido después de que el Ministerio de Seguridad Pública emitiera el domingo por la noche una orden de detención contra ambos, bajo la acusación de "cometer crímenes de propaganda contrarrevolucionaria y de instigar antes y durante los recientes disturbios la rebelion contrarrevolucionaria".Los medios de comu...
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Las autoridades chinas han reforzado la vigilancia policial en la entrada de la Embajada norteamericana para impedir que otros ciudadanos puedan refugiarse, como lo hizo hace una semana el científico disidente Fang Lizhi y su esposa, Li Shuxian. La tensión entre China y Estados Unidos ha crecido después de que el Ministerio de Seguridad Pública emitiera el domingo por la noche una orden de detención contra ambos, bajo la acusación de "cometer crímenes de propaganda contrarrevolucionaria y de instigar antes y durante los recientes disturbios la rebelion contrarrevolucionaria".Los medios de comunicación continuaron el lunes bombardeando a la población con cartas y manifestaciones a título personal de ciudadanos presuntamente enfadados por la actitud norteamericana. "Será dificil calmar la indignación popular mientras ambos no sean juzgados".
Fang fue protagonista en febrero pasado de un serio incidente diplomático al impedirle la policía asistir a la recepción de despedida que ofreció el presidente de Estados Unidos, George Bush, durante su visita oficial a Pekín. Los dirigentes chinos habían expresado durante las últimas semanas comentarios despectivos sobre Fang, insinuando que era un traidor a la patria y que estaba haciendo el juego a fuerzas extranjeras. El líder chino, Deng Xiaoping, montó en cólera cuando el científico te envió en enero pasado una carta pública en la que pedía una amnistía para todos los presos políticos, incluido el disidente Wei Jingsheng, que se encuentra en la cárcel desde hace 10 años por criticar a Deng.