Los cadáveres de cinco ocupantes de una avioneta, localizados 24 horas después del accidente

Cinco personas, cuatro de ellas francesas y una española, perecieron calcinadas anteayer en Asturias al estrellarse la avioneta en la que volaban contra la ladera de un monte en la estación invernal de El Brañillín, en Valgrande (Pajares), a 1.700 metros de altitud, en plena cordillera cantábrica. El accidente se produjo sobre las 12.30 del jueves, pero hasta la mañana de ayer no fueron localizados los restos del aparato. Todos los indicios apuntan a que la intensa niebla reinante en la zona fue la causa del siniestro.

La aeronave, una Cessna con matrícula francesa FBRHF, había partido ...

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Cinco personas, cuatro de ellas francesas y una española, perecieron calcinadas anteayer en Asturias al estrellarse la avioneta en la que volaban contra la ladera de un monte en la estación invernal de El Brañillín, en Valgrande (Pajares), a 1.700 metros de altitud, en plena cordillera cantábrica. El accidente se produjo sobre las 12.30 del jueves, pero hasta la mañana de ayer no fueron localizados los restos del aparato. Todos los indicios apuntan a que la intensa niebla reinante en la zona fue la causa del siniestro.

La aeronave, una Cessna con matrícula francesa FBRHF, había partido del aeropuerto de Asturias a las 12.15 de la mañana de anteayer con destino al aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid. Alas siete de la tarde, fuerzas de la Guardia Civil de ocho provincias iniciaron las tareas de búsqueda de la avioneta, tras haberse dado por desaparecida. Los trabajos de búsqueda quedaron suspendidos durante la noche. Un empleado de la estación invernal dio la alarma a primeras horas de la mañana de ayer al percatarse de la existencia de brillos metálicos en la falda del monte.La avioneta colisionó frontalmente con la ladera norte del pico Los Celleros, a 1.700 metros de altura, entre el puerto de Pajares y la estación invernal del Brañillín, en una zona próxima a los remontes de las pistas de esquí. Tras la colisión, se produjo una explosión. Todos los cadáveres aparecieron calcinados.

Las víctimas (dos de ellas, mujeres) son Jacques Lamarque, que pilotaba la nave; Ciril Laurent, Catherine Moucheri y Valeria Niore, todos ellos franceses, pertenecientes a la empresa de productos plásticos Doryl, y que se encontraban en España en viaje de negocios. La quinta víctima mortal es el joven de 27 años Francisco Busquet Marcos, vecino de Torrelavega, perteneciente a la empresa Germán Marcos SA, de dicha ciudad cántabra, asociada en España a la firma Doryl.

Un helicóptero de Protección Civil del Principado de Asturias evacuó a primeras horas de la tarde los cinco cadáveres, que quedaron depositados en ataúdes en la explanada de la estación invernal, y posteriormente fueron trasladados al depósito de cadáveres de Mieres.

La avioneta era propiedad del aeroclub francés de Auxerre y había llegado, procedente de Vigo, al aeropuerto de Asturias a primeras horas del jueves para realizar una escala técnica.

Éste es el segundo accidente aéreo ocurrido en Asturias en los últimos 15 días. El 27 de mayo pasado, dos personas perecieron en Gijón al estrellarse la avioneta que tripulaban contra un muro del astillero Cantábrico y Riera. El accidente se produjo también también a causa de la niebla.

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Hace dos años, el 12 de junio de 1987, seis miembros de la policía autónoma vasca y el responsable de Protección Civil del Principado de Asturias fallecían en las inmediaciones de los lagos de Covadonga, al colisionar contra un monte, también a causa de la nula visibilidad, uno de los dos helicópteros de la Ertzaintza que participaban en las tareas de búsqueda del niño Germán Quintana, extraviado en el parque nacional de Covadonga y que fue dado definitivamente por desaparecido.

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