La OPEP apuesta por mantener el precio del petróleo en torno a los 17 dólares por barril

Los 13 países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) parecen haber alcanzado ya un consenso sobre el nivel deseable que han de registrar los precios del crudo. Cuarenta y ocho horas antes de que comience la segunda de las dos reuniones anuales que celebran los 13 ministros del petróleo, nadie se opone a que el barril se mantenga en torno a los 17 o 18 dólares actuales, coincidentes con el precio de referencia que fue aprobado por la organización en el mes de abril del año pasado.

Las reuniones previas que comenzaron el jueves se dirigen, fundamentalmente, ...

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Los 13 países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) parecen haber alcanzado ya un consenso sobre el nivel deseable que han de registrar los precios del crudo. Cuarenta y ocho horas antes de que comience la segunda de las dos reuniones anuales que celebran los 13 ministros del petróleo, nadie se opone a que el barril se mantenga en torno a los 17 o 18 dólares actuales, coincidentes con el precio de referencia que fue aprobado por la organización en el mes de abril del año pasado.

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Las reuniones previas que comenzaron el jueves se dirigen, fundamentalmente, a tomar una decisión sobre la conveniencia de aumentar el actual volumen de producción (oficialmente situado en 18,5 millones de barriles diarios, pero por encima. de los 20 millones en la realidad) y sobre cómo se distribuiría entre los 13 miembros ese aumento, en caso de aprobarse.Tradicionalmente la OPEP había incrementado siempre su producción a principios de verano, ya que a partir de ese momento las compañías petroleras iniciaban su campaña de aprovisionamiento para los meses de invierno.

En esta ocasión, sin embargo, la decisión no puede tomarse de forma rutinaria. Durante el año pasado, con los precios extremadamente baratos (hasta 12,6 dólares por barril en noviembre, promediando los siete principales tipos de crudo) las compañías se dedicaron almacenar reservar cuya cuantificación no es fácil. Según datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), en estos momentos las reservas de sus 24 países miembros se sitúan cerca de los 448 millones de toneladas métricas, de los que sólo 134 millones corresponden a reservas estratégicas gubernamentales. El resto de ese petróleo está, pues, en manos de las compañías, que podrían utilizarlo y dejar sin comprador a la producción tradicional de la OPEP, forzando una baja en los precios. Los técnicos de la OPEP opinan, además, que los cálculos sobre reservas de la OCDE, que agrupa a los grandes consumidores, "se han quedado cortos respecto a la realidad".

Si se decidiera no aumentar la producción, se evitaría un problema en el seno de la OPEP, pero se dejaría otro sin resolver. El problema pendiente es el ocasionado por los países miembros que vienen produciendo más de lo que según sus actuales cuotas les corresponde: Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Gabón y Ecuador. Un incremento de la producción podría legalizar los niveles de extracción que mantienen estos países, tres los cuales (todos menos Kuwait) se han comprometido oficiosamente a no aprovechar el aumento para saltarse de nuevo los límites.

Pero si aumentara la producción debería elevarse también el conjunto de las cuotas, lo que representaría una complejisima negociación. No funcionaría la fórmula matemática de aplicar los vigentes porcentajes al millón o millón y medio de barriles diarios de más que se producirían respecto a los actuales, dado que a ellos se oponen los países con menor producción. Estos argumentan, con razones cargadas de lógica, que no supone lo mismo un 2% sobre dos millones de barriles que sobre 500.000, por poner un ejemplo teórico.

Habría que recurrir, entonces, a dificultosas fórmulas de corección porcentual cuya negociación ha resultado, siempre que se ha acometido, harto trabajosa. Y lo que nadie desea es un fracaso en esta reunión, tras el clima de unidad alcanzado el año pasado.

Propuesta saudita

Una tercera cuestión, al margen de producción y cuotas, centra el interés de esta reunión: la inesperada propuesta por parte de Arabia Saudita, el gigante de la OPEP, de suprimir todo precio de referencia o target. Es decir, no señalar la pretensión de alcazar el precio de 18 dólares por barril (el actual target) o cualquier otro, y fijar en cambio un precio mínimo en 15 dólares.Los países norteafricanos de la OPEP, especialmente Libia y Argelia, se han echado las manos a la cabeza ante la propuesta. El reflexivo ministro del petróleo de Arabia Saudita, Hicham Nazer, el sucesor del carismático. Yamani, ha iniciado sin embargo en Viena una ronda de reuniones explicativas sobre su plan en las que parece estar cosechando notables éxitos.

El razonamiento de Nazer se basaría, según pudo saber este diario de fuentes técnicas, en que el precio target olvida la inflación y las fluctuaciones del dólar. Y más si se fijara, como demandan Libia y Argelia, por un plazo de dos años.

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