NUEVO PARLAMENTO SOVIÉTICO

"La democracia ya no es virgen"

"La democracia ya no es virgen", anunció ayer desde la tribuna el siberiano Vavil Nosov, un representante de la república autónoma de Komi, continuando una metáfora, iniciada por un poeta de Kazajstán, que había provocado la hilaridad del Congreso de los Diputados Populares de la URSS el sábado pasado.La imagen era de Olzhas Suleimenov, quien dijo que la democracia es "una joven menor de edad", por lo cual resulta un "delito" pretender que satisfaga "todas nuestras pasiones" sin esperar a su mayoría de edad.

Otro escritor, el moldavo Mijail Chimpoi, retomó el lunes el tema para desear q...

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"La democracia ya no es virgen", anunció ayer desde la tribuna el siberiano Vavil Nosov, un representante de la república autónoma de Komi, continuando una metáfora, iniciada por un poeta de Kazajstán, que había provocado la hilaridad del Congreso de los Diputados Populares de la URSS el sábado pasado.La imagen era de Olzhas Suleimenov, quien dijo que la democracia es "una joven menor de edad", por lo cual resulta un "delito" pretender que satisfaga "todas nuestras pasiones" sin esperar a su mayoría de edad.

Otro escritor, el moldavo Mijail Chimpoi, retomó el lunes el tema para desear que el Congreso no actúe como "una joven virgen", sino como "un hombre maduro".

La metáfora lúdica referida al Congreso sonó por los altavoces el domingo en Moscú durante el mitin multitudinario celebrado en las inmediaciones del estadio de Lushnik¡. Allí, desde la tribuna de oradores, alguien gritó: "¿Acaso se creen que tres días de pornografía por televisión van a quedar sin castigo?". Se trataba de una consigna importada desde Leningrado y hacía referencia a la actitud de los sectores conservadores y del aparato del partido representados en el Congreso, que está siendo retransmitido íntegramente por la televisión. Millones de soviéticos contemplan así en directo un espectáculo único y se sienten partícipes de él. "No podemos separar nos de la televisión", exclamaba una moscovita que había postergado sus obligaciones para quedarse frente a la pantalla. "Al menos ahora todos saben quién es quién", decía un funcionario que se pasaba las horas de oficina frente al televisor de su departamento. Los electores llaman a los diputados por teléfono durante toda la noche y les transmiten sus deseos y mandatos. A Moscú llegan representantes de minorías étnicas en espera de resolver sus problemas. En la capital están delegaciones de pueblos deportados por Stalin, como los tártaros de Crimea y los kurdos del Cáucaso, y de comunidades religiosas privadas de sus iglesias también por Stalin, como los uniatos de Ucrania.

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El diputado Nosov fue, por su parte, el autor de otra metáfora de éxito. Comparó a los ministerios con un buey joven que trabaja poco y come mucho. "¿Qué harían ustedes". "Matarlo, claro, y comprarse uno nuevo", sentenció.

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