La enfermedad del sistema de salud

Mientras algunos medios de Prensa se ocupan de los ángulos personales y privados de la tragedia de Lainz, desnudando a los protagonistas, se comienza a criticar la enfermedad del sistema moderno de salud, donde el paciente se convierte en un número. Se habla de reformas y proyectos tendentes a humanizar los hospitales. Y, más que cambiar los centros asistenciales, se discute un cambio en la sociedad que "haga más humana la vejez". Han salido proposiciones de volver a antiguas fórmulas, como tener ayuda en casa, tratamiento a domicilio, médicos que estén dispuestos a hacer visitas a los hogares...

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Mientras algunos medios de Prensa se ocupan de los ángulos personales y privados de la tragedia de Lainz, desnudando a los protagonistas, se comienza a criticar la enfermedad del sistema moderno de salud, donde el paciente se convierte en un número. Se habla de reformas y proyectos tendentes a humanizar los hospitales. Y, más que cambiar los centros asistenciales, se discute un cambio en la sociedad que "haga más humana la vejez". Han salido proposiciones de volver a antiguas fórmulas, como tener ayuda en casa, tratamiento a domicilio, médicos que estén dispuestos a hacer visitas a los hogares de los enfermos. Sólo dos tercios de los pacientes de medicina interna y estaciones neurológicas son enfermos crónicos. Por lo menos un tercio de todos los enfermos no tendrían que estar internados. En el año 2000, un 25% de la población austríaca tendrá más de 60 años. Una estancia promedio en un hospital de Viena cuesta alrededor de 4,2 millones de pesetas, y los cuidados en ambulatorio costarían sólo un tercio de los actuales. El médico Martín Donner ha formado un grupo de autoayuda en un distrito de Viena, donde se cuida al enfermo que no es crónico en su domicilio.Pero todavía los hospitales están repletos y los costes de salud aumentan cada año. Los ancianos que sólo necesitan cuidados menores yacen en modernas y costosas camas para inválidos. En Austria hay 1.100 camas por cada 100.000 habitantes, y no son suficientes. Enfermedades que duran más de un año podrían ser tratadas fuera del hospital con menores costes, teniendo en cuenta que hay 400.000 personas que necesitan asistencia médica. De éstas, sólo 75.000 necesitan cuidados intensivos.

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El médico alemán occidental Schöne, en su libro Trampa humana: hospital, que se ha convertido en uno de los más vendidos del mes en Austria y en la RFA, critica el sistema de salud y describe cómo un enfermo internado en una enorme clínica se convierte en número y pierde su dignidad; cómo los auxiliares sanitarios y asistentes médicos compensan su propia ignorancia con arrogancia hacia el enfermo, y cómo los médicos jefes tratan de perfilarse profesionalmente a costa de los enfermos. El semanario Der Spiegel asegura que en los hospitales "un 40% de los informes donde se establecen las causas de la muerte está equivocado y un 38% de los diagnósticos clínicos es inexacto".

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