Triste, señor Serra

Nos sorprendió con lo ecológico que puede ser un campo de tiro, pero ahora, con sus tristes declaraciones de que la mili es una conquista democrática, nos da pie para alucinar, porque no se entiende cómo un servicio que es el último vestigio de esclavitud en su más pura esencia, en este casi acabado siglo XX, se mantiene todavía, y demuestra su falta de memoria histórica. La mili ya existía en otros regímenes de dudosa procedencia democrática, y, en la historia de este país ha habido siempre un marcado carácter antimilitarista, como recordaron en su día Marx y Engels, y un...

Nos sorprendió con lo ecológico que puede ser un campo de tiro, pero ahora, con sus tristes declaraciones de que la mili es una conquista democrática, nos da pie para alucinar, porque no se entiende cómo un servicio que es el último vestigio de esclavitud en su más pura esencia, en este casi acabado siglo XX, se mantiene todavía, y demuestra su falta de memoria histórica. La mili ya existía en otros regímenes de dudosa procedencia democrática, y, en la historia de este país ha habido siempre un marcado carácter antimilitarista, como recordaron en su día Marx y Engels, y una lucha contra las quintas (bombardeos de poblaciones como Gràcia, Sant Andreu, en Barcelona, por no querer entregar a sus jóvenes, en el siglo pasado). O los antimilitaristas y objetores de conciencia de hoy que son detenidos, encarcelados, obligados a realizar una punitiva Prestación Social Sustitutoria, todo por reivindicar el derecho a vivir y pensar libremente.Me gustaría que llegara a preguntar a los jóvenes que son arrancados de casa, a los heridos de cada año, a los que vuelven como auténticos veteranos del Vietnam, qué opinan de su conquista, algo que no podrá realizar con unas decenas de ellos, porque se quedaron en el asalto.

Y por favor, si hay que integrar a alguien, es a los militares en la vida civil y desmilitarizar a los civiles y a la sociedad.-