Montserrat Pina

"Una policía que además manda"

TERESA CENDRÓS, Nació en Barcelona hace 28 años. Tercera de seis hermanos, creció en el trayecto desde la escuela a la casa que sus padres, emigrantes murcianos, tienen en Cornellá, una población situada en el cinturón industrial de Barcelona. "Nunca nadie me ha regalado nada", afirma orgullosa al hablar de su procedencia humilde. Casada desde los 19 años con un operario tornero, tiene un hijo, Aarón, de tres años y medio. Montserrat Pina, psicóloga y la única mujer oficial de la Guardia Urbana de Barcelona, toma posesión hoy, lunes, como subdirectora de la Escuela de Policía de Cataluña.
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TERESA CENDRÓS, Nació en Barcelona hace 28 años. Tercera de seis hermanos, creció en el trayecto desde la escuela a la casa que sus padres, emigrantes murcianos, tienen en Cornellá, una población situada en el cinturón industrial de Barcelona. "Nunca nadie me ha regalado nada", afirma orgullosa al hablar de su procedencia humilde. Casada desde los 19 años con un operario tornero, tiene un hijo, Aarón, de tres años y medio. Montserrat Pina, psicóloga y la única mujer oficial de la Guardia Urbana de Barcelona, toma posesión hoy, lunes, como subdirectora de la Escuela de Policía de Cataluña.

"De pequeña quería ser bailarina", recuerda Pina, "pero en el instituto decidí que lo mío era la psicología". La flamante subdirectora de la Escuela de Policía de Cataluña confiesa con un tímido rubor que su incorporación a la Guardia Urbana hace ocho años se debió a una especie de apuesta. "Mi hermano mayor, que entonces era agente y ahora es cabo, nos animó a mi cuñada y a mí para que nos presentáramos a las pruebas de selección porque, según nos dijo, ya aceptaban mujeres", explica. Montserrat Pina fue aceptada para realizar el curso básico de formación de agentes del Cuerpo de la Policía Municipal, mientras que la esposa de su hermano quedó excluida."Siempre me han interesado los retos", afirma contundente. Y relata que la escalada dentro del cuerpo fue "rápida, pero dura". De su primer destino como agente del distrito de Les Corts pasó a ocuparse, sin cambiar de puesto, de la educación vial infantil en distintas escuelas. Enterada de una vacante en el departamento de selección de personal, la solicitó pensando que era una buena forma de hacer compatible su formación como psicóloga y su ya entonces vocación como policía municipal. Ascendió a oficial después de superar una complicada oposición y un curso de formación, en el que fue la única mujer.

Desde su incorporación como máxima responsable de la Guardia Urbana del distrito de Horta-Guinardó, hace dos años, Montserrat Pina fue para sus subordinados la capitana Furilla. "Me encanta el mote, porque Canción triste de Hill Street es una de mis películas de policías y ladrones preferida. Lo bueno que tiene la serie es que refleja tanto la vida del interior de la comisaría como la vertiente personal de los que trabajan en ella". Montserrat Pina asegura que ella también, como en la película, mantiene su "vertiente personal" bien diferenciada de su profesión. "En el distrito soy una policía que además manda. En casa soy una mujer". "He llegado donde estoy gracias a mi voluntad de superación", admite, "pero también a la ayuda de mi marido, que me ha apoyado en todo momento".

Dice no tener aficiones "por falta de tiempo", pero confiesa que le encantan los animales.

'Hemos tenido de todo en casa: animales corrientes, como perros y gatos; pero también curiosos, como una pareja de patos, que venían a recibirme a la puerta; tortugas, e incluso una golondrina".

Califica sus ideas en cuanto a formación policial de "abiertas". "Hay que ir mentalizando a la sociedad de que la profesión de policía requiere una preparación y una formación continuada fuertes y consistentes".

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