Cartas al director

De las risas y el fisco

No todos los que pagamos impuestos en este país le denostamos, señor Borrell, por la persecución, según los defraudadores de Hacienda, a que está sometiendo a los contribuyentes. Y conste que a mí, como trabajador que fui y jubilado que soy ahora, maldita la gracia que me hace pagar impuestos. Escuchándole a usted, a uno le entran ganas de vomitar sobre ciertos graciosos, que sólo -defraudaron unos pocos millones -menos de los que calculó su equipo, según parece- y se quedan tan campantes, como si de un chiste se tratara.¡Continúe usted su labor, señor Borrell, y no ceje, hasta que quie...

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No todos los que pagamos impuestos en este país le denostamos, señor Borrell, por la persecución, según los defraudadores de Hacienda, a que está sometiendo a los contribuyentes. Y conste que a mí, como trabajador que fui y jubilado que soy ahora, maldita la gracia que me hace pagar impuestos. Escuchándole a usted, a uno le entran ganas de vomitar sobre ciertos graciosos, que sólo -defraudaron unos pocos millones -menos de los que calculó su equipo, según parece- y se quedan tan campantes, como si de un chiste se tratara.¡Continúe usted su labor, señor Borrell, y no ceje, hasta que quien esté obligado a hacerlo pase por ventanilla y pague su entrada. ¡Ya está bien de tanto morro!-

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