El fiscal pide 29 años de prisión para un labriego que mató a una mujer tras haberle rechazado

El fiscal de la Audiencia Provincial de Jaén ha solicitado 29 años de reclusión mayor para el agricultor de 44 años de edad José Torres Navarro, a quien acusa del asesinato de Francisca Alguacil, de 28 años. Según el defensor Luis Carlos Pérez, los hechos sucedieron después que Francisca rechazara sentimentalmente a su defendido, se riera de él y le provocara.

Torres, que se enamoró de Francisca en 1982, negó en la vista que hubiera meditado darle muerte, y agregó que actuó inconscientemente.Los hechos ocurrieron el pasado 12 de octubre de 1987, en una verdera rural de la localidad ...

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El fiscal de la Audiencia Provincial de Jaén ha solicitado 29 años de reclusión mayor para el agricultor de 44 años de edad José Torres Navarro, a quien acusa del asesinato de Francisca Alguacil, de 28 años. Según el defensor Luis Carlos Pérez, los hechos sucedieron después que Francisca rechazara sentimentalmente a su defendido, se riera de él y le provocara.

Torres, que se enamoró de Francisca en 1982, negó en la vista que hubiera meditado darle muerte, y agregó que actuó inconscientemente.Los hechos ocurrieron el pasado 12 de octubre de 1987, en una verdera rural de la localidad Jienense de Peñolite (Jaén). Ese día, Francisca salió a pasear al campo en compañía de una prima y una amiga. Según la prima, advirtieron en el trayecto la presencia de Torres.

Posteriormente, hacia las 17.00 horas, Torres, que andaba tras ellas por la vereda, les cortó el paso y les dijo: "Quiero hablar con vosotras", a lo que ellas se negaron. Entonces se acercó a Francisca, echó mano a una navaja y la pinchó tres veces. La víctima, ya herida mortalmente, logró desasirse y echó a correr siendo perseguida por Torres, quien finalmente, viendo que no podía darle alcance, le arrojó piedras.

"Ella se reía de mí y me provocaba, enseñándome las partes que una mujer debe guardar", confesó en el juicio Torres, y añadió: "Estaba muy enamorado y

ella representaba estarlo de mí. Le hablé de mis sentimientos y entonces empezó a provocarme, ya que se ponía delante de mí y se subía la falda. Cuando me dijo que no me quería", prosiguió, "ya no lo intenté más; nunca quise que llegara la cosa a donde ha llegado, pues en ese momento no sabía lo que hacía".

La defensa, que pidió seis años y un día de prisión mayor, calificó los hechos como un delito de homicidio y alegó la eximente incompleta de transtorno mental transitorio. La acusación particular solicitó 30 años de reclusión mayor, máxima pena que contempla el código penal por considerarlo autor de un asesinato en el que concurren cuatro agravantes: despoblado, ensañamiento, alevosía y premeditación. El fiscal considera las dos últimas agravantes. El juicio quedó visto para sentencia.

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