La deuda latinoamericana, en el punto de mira

El Gobierno ha puesto en América Latina el punto de mira para buscar un sello propio a la presidencia española de la CE. El escenario es un programa a largo plazo sobre el que a España sólo le dará tiempo a empezar a convencer a sus socios comunitarios. Se piensa en tres cauces de cooperación diferenciados para Centroamérica, el Pacto Andino y el resto. Los países centroamericanos representan la máxima prioridad. El Gobierno prepara con esmero la Conferencia San Jose V, que se celebrará en San Pedro de Sula (Honduras) los días 27 y 28 de febrero. Se quiere lograr un documento que profundice lo...

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El Gobierno ha puesto en América Latina el punto de mira para buscar un sello propio a la presidencia española de la CE. El escenario es un programa a largo plazo sobre el que a España sólo le dará tiempo a empezar a convencer a sus socios comunitarios. Se piensa en tres cauces de cooperación diferenciados para Centroamérica, el Pacto Andino y el resto. Los países centroamericanos representan la máxima prioridad. El Gobierno prepara con esmero la Conferencia San Jose V, que se celebrará en San Pedro de Sula (Honduras) los días 27 y 28 de febrero. Se quiere lograr un documento que profundice los compromisos de la CE de apoyo al proceso de paz, a la consolidación democrática y a la reconstrucción industrial.Ampliar la cooperación es el lema español para las relaciones de la CE con América Latina. Pero como efecto sorpresa está el tema de la deuda. La Moncloa, Exteriores y Economía elaboran con sigilo una propuesta para solucionar este problema, en el que los países de la CE deberían tomar iniciativas sin esperar a que, como sucedió en el tema palestino, un brusco giro norteamericano deje a Europa en fuera de juego. Aunque "los planteamientos están bastante perfilados", no se quiere avanzar nada para no provocar rechazos de países muy reticentes como el Reino Unido y la RFA. La táctica es soltar el proyecto en la reunión del 15 de abril en Granada.

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El plan sobre la deuda exterior de los países latinoamericanos lleva meses madurando. Incluso se pensó inicialmente que Felipe González lo expusiera en la cumbre de Rodas, el pasado diciembre. Hubo miedo al rechazo y se dio marcha atrás. Ahora se espera "el previsible cambio de postura" de la nueva Administración de George Bush. Su peso político en el área y el hecho de que los bancos norteamericanos sean los máximos acreedores hace prever que sin EE UU no es posible un pacto útil. Para un acuerdo global es necesario que Europa contribuya con su excedente comercial y Japón con su potencial financiero.

La consigna es no perder poder de iniciativa. Y el calendario elegido es proponer el tema en abril -en la Comisión Europea ya se trabaja sobre ello- para lograr el clímax a finales de junio. En la cumbre de Madrid, que pondrá punto final al mandato comunitario, se quiere conseguir una declaración que aporte soluciones políticas, "algo así como la canonización de la presidencia", afirma un alto cargo.

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