Cartas al director

No fumadores

En la reseña Sancionada una funcionaria judicial que dejó de trabajar porque no soportaba el tabaco se contienen algunas inexactitudes y omisiones que le ruego rectifique mediante la publicación de la presente.Para silenciar mi protesta escrita por el incumplimiento de la prohibición de fumar, el presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona me trasladó al Archivo General a pesar de que no había ni hay en plantilla del mismo ninguna plaza para un funcionario judicial ni era competencia del presidente el. nombramiento, puesto que desde el año 1931 dicho servicio está integrado como...

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En la reseña Sancionada una funcionaria judicial que dejó de trabajar porque no soportaba el tabaco se contienen algunas inexactitudes y omisiones que le ruego rectifique mediante la publicación de la presente.Para silenciar mi protesta escrita por el incumplimiento de la prohibición de fumar, el presidente de la Audiencia Territorial de Barcelona me trasladó al Archivo General a pesar de que no había ni hay en plantilla del mismo ninguna plaza para un funcionario judicial ni era competencia del presidente el. nombramiento, puesto que desde el año 1931 dicho servicio está integrado como archivo administrativo y lo desempeñan funcionarios civiles no judiciales.

Al carecer en el archivo de funciones propias de un auxiliar judicial, quisieron atribuirme trabajos inferiores, a los que me negué. La Audiencia decidió entonces trasladarme a una solitaria cabina de información, y por no aceptar yo este nuevo nombramiento ¡legal fue por lo que me abrieron el expediente para sancionarme. Es preciso dejar bien claro que el Consejo General del Poder Judicial me ha dado la razón y ha declarado nulo y sin efecto el acuerdo de la Audiencia nombrándome para dicha oficina. La Audiencia no está teniendo en cuenta esta declaración de nulídad radical y está continuando el expediente sancionador como si su acuerdo fuera válido.

Yo no he dejado de ir a trabajar, pues cada mañana comparezco en mi puesto de trabajo y cada mañana tengo que ausentarme al comprobar que sigue sin cumplirse la normativa vigente sobre el tabaco.

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Si esto ocurriera en la empresa privada, yo acudiría a la Magistratura, pero como ocurre en el Palacio de Justicia... ¿a quién voy a acudir? ¿Quién guarda a los guardianes?

Y por supuesto que durante ese año he cobrado mi sueldo, porque yo no incumplo la ley y sólo pido trabajar en las condiciones que la ley marca. Lo que no tiene lógica es que sigan cobrando el suyo quienes están en el Palacio de Justicia para hacer que se cumplan las leyes y en este caso no sólo no hacen este trabajo, sino que sancionan a quien exige el cumplimiento.

A mí no me han notificado lo resuelto todavía, pero si las cosas son como se publicó el día 12, nos encontraremos ante algo ciertamente insólito: la Audiencia de Barcelona, que pública y notoriamente se niega a cumplir y hacer cumplir el decreto que dictó el Consejo de Ministros sobre el tabaquismo, pide a este mismo Consejo que expulse a una funcionaria por exigir el cumplimiento de ese decreto (!).- Francisca Llabrés Pujol.

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