Pasiones desatadas
La Tribuna de Moscú hace sonar la alarma ante el fuego nacionalista
"La situación en Nagorno-Karabaj, Azerbaiyán y Armenia provoca una extrema alarma. Las medidas emprendidas hasta ahora no sólo no han resuelto el conflicto, sino que tampoco han logrado sacar la situación del punto tras el cual los acontecimientos pueden adquirir un carácter catastrófico". De esta forma comienza un llamamiento del club de intelectuales soviéticos, La Tribuna de Moscú, que advierte sobre la "amenaza excepcionalmente seria" para la perestroika (reestructuración) de Mijail Gorbachov que supone la crisis de Nagorno-Karabaj.
El llamamiento, avalado por una treintena de firma...
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"La situación en Nagorno-Karabaj, Azerbaiyán y Armenia provoca una extrema alarma. Las medidas emprendidas hasta ahora no sólo no han resuelto el conflicto, sino que tampoco han logrado sacar la situación del punto tras el cual los acontecimientos pueden adquirir un carácter catastrófico". De esta forma comienza un llamamiento del club de intelectuales soviéticos, La Tribuna de Moscú, que advierte sobre la "amenaza excepcionalmente seria" para la perestroika (reestructuración) de Mijail Gorbachov que supone la crisis de Nagorno-Karabaj.
El llamamiento, avalado por una treintena de firmas de pres tigiosas personalidades del mundo de la cultura soviética, fue enviado a la Prensa soviética para su publicación, pero ninguno de los medios requeridos se ha hecho eco de él en sus páginas, ni siquiera las publica ciones que se distinguen por forzar los límites de la glasnost o tolerancia informativa.Entre los firmantes del texto se encuentra el académico Andrei Sajarov, el poeta y escritor cantautor Bulat Okudzhava, el director de cine Eldar Riazanov y el académico Boris Raushenbaj.
El llamamiento propone la celebración de un encuentro de intelectuales de Armenia, Azerbaiyán y moscovitas con el fin de entablar un diálogo que suavice las tensiones nacionalistas y contribuya a la búsqueda de una solución. Opinan que algunas de las propuestas contenidas en el proyecto de cambios constitucionales pueden contribuir a resolver el problema.
La Tribuna de Moscú ha criticado la política de información sobre el conflicto nacionalista del Cáucaso y ha acusado a los medios de información de "haber deformado y defórmar" lo sucedido. Opina que los "obedientes periodistas y comentaristas" han "aventado pasiones" no contra los "extremistas", sino contra todo un pueblo "que insiste en sus derechos legales", al "oscurecer lo esencial de lo sucedido".
La Tribuna, que toma la defensa de la causa armenia, asegura que "sobre todo se ha ocultado y velado todo aquello que hace referencia a la tragedia de Sumait". "Ni en Azerbaiyán ni en Moscú se ha valorado en la debida medida la profunda significación que la matanza de armenios en Sumgair ha tenido en el desarrollo de los hechos".
Valoración de principios
Ni Azerbaián ni Moscú han valorado, en opinión de los intelectuales, "el estallido de desesperación y protesta" que la matanza ha tenido en la conciencia del pueblo armenio, al despertar el recuerdo histórico de los genocidios de 1915-1920.
Moscú y Azerbaiyán no han dado una "valoración de principios" de lo sucedido y tal cosa hubiera sido lo único que "hubiera podido contener las pasiones desatadas", afirman los intelectuales, partidarios de llamar "por sus nombres verdaderos" a los "violadores y asesinos", calificados de "gamberros" por la Prensa soviética. El "distanciamiento del defito" y no su "silenciamiento" es lo único que "puede tender el camino a la reconciliación nacional", según los intelectuales. Éstos critican la decisión tomada en julio por el poder central que rechazó las reivindicaciones de Nagorno-Karabaj y se decantan por un reforzamiento del control de Moscú. El compromiso propuesto por el Kremlin, aseguran, no ha sido aún elaborado.
La Prensa ha informado de forma fragmentaria e incompleta de los sucesos. El diario Pravda, por otra parte, está dando un tratamiento muy unilateral a la discusión sobre los cambios en la Constitución y las decisiones adoptadas a este respecto por los soviets supremos de las republicas bálticas.