Solana reconoce la "falta de reflejos" de Telefónica

Luis Solana, presidente de la Compañía Telefónica, reconoció ayer, en su comparecencia ante la comisión de Economía y Empleo de la Asamblea de Madrid, el gran bache sufrido por el servicio durante este año. Según Solana, esta pérdida en la calidad de la atención al público se debe a la "falta de reflejos y de reacción de la compañía", que se vio desbordada por el aumento del consumo y de la demanda.Solana aseguró que en 1989 se invertirán 86.000 millones de pesetas en la región y advirtió que 200.000 madrileños cambiarán su número de teléfono el año que viene.

Los portavoces del CDS y A...

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Luis Solana, presidente de la Compañía Telefónica, reconoció ayer, en su comparecencia ante la comisión de Economía y Empleo de la Asamblea de Madrid, el gran bache sufrido por el servicio durante este año. Según Solana, esta pérdida en la calidad de la atención al público se debe a la "falta de reflejos y de reacción de la compañía", que se vio desbordada por el aumento del consumo y de la demanda.Solana aseguró que en 1989 se invertirán 86.000 millones de pesetas en la región y advirtió que 200.000 madrileños cambiarán su número de teléfono el año que viene.

Los portavoces del CDS y AP acusaron a Solana de ser un mal gestor al no advertir la evolución de la demanda en Madrid.

En su comparecencia, Solana aportó nuevos datos sobre la evolución del servicio telefónico en la Comunidad Autónoma. Reconoció que el mes más crítico fue julio de 1988, que calificó de mes caos. "Telefónica se vio desbordada por el aumento del consumo y de la demanda y por un fenómeno sociológico que se ha producido en la capital: zonas tradicionalmente residenciales del centro, con bajo consumo telefónico, se han convertido en zonas de oficinas de alto standing con mucho consumo", aseguró.

Según los datos de Telefónica, el consumo en Madrid de teléfonos se ha multiplicado por cinco; hay 46.000 solicitudes de líneas en lista de espera, y la media de espera para la instalación de un teléfono es de cuatro meses. Solana advirtió que para mejorar el servicio e instalar más líneas en 1989 hay que "abrir 2.500 kilómetros de zanjas para los cables, lo que causará un grave perjuicio a los ciudadanos".

Solana restó importancia a la estafa provocada por los locutorios clandestinos (véase EL PAÍS del lunes), y declaró que se persiguen los casos en los que se han presentado denuncias.

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