Un nuevo método español permite localizar la sordera desde el nacimiento

Un nuévo método para detectar y precisar la naturaleza de la sordera desde el nacimiento fue presentado ayer por su descubridor, Julio Sanjuán, jefe de servicio de Fonoaudiología del hospital Ramón y Cajal, de Madrid. El procedimiento de diagnóstico se denomina audiometría objetiva, ya que no requiere la colaboración del paciente. Los métodos al uso precisan que el enfermo coopere en la exploración.

El método permite el conocimiento de la audición sonido a sonido. "Detecta las más pequeñas mermas de audición y posibilita tratamientos precisos y precoces", manifestó Sanjuán, quien indicó...

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Un nuévo método para detectar y precisar la naturaleza de la sordera desde el nacimiento fue presentado ayer por su descubridor, Julio Sanjuán, jefe de servicio de Fonoaudiología del hospital Ramón y Cajal, de Madrid. El procedimiento de diagnóstico se denomina audiometría objetiva, ya que no requiere la colaboración del paciente. Los métodos al uso precisan que el enfermo coopere en la exploración.

El método permite el conocimiento de la audición sonido a sonido. "Detecta las más pequeñas mermas de audición y posibilita tratamientos precisos y precoces", manifestó Sanjuán, quien indicó que con este sistema habrán de revisarse las estadísticas de incidencia de sordera, sobre todo en las edades infantiles. "Estamos encontrando audición útil en niños diagnosticados como sordos totales por los procedimientos más modernos. El sistema permitirá que al menos 50 niños de cada 1.000 puedan beneficiarse de un diagnóstico adecuado", matizó.

Desarrollado tras 33 años de investigaciones, este procedimiento está basado en el registro de la respuesta bioeléctrica de las células auditivas del oído interno, denominadas células ciliadas. "Cada una de estas células responde eléctricamente a un sonido determinado e, igual que un micrófono, transforma la vibración sonora en corriente eléctrica", manifestó Sanjuán.

"Mediante una amplificación muy selectiva, un millón de veces más sensible que los más modernos procedimientos, hemos logrado detectar esas corrientes eléctricas con electrodos de contacto (como los empleados en electrocardiografla)". Uno de ellos se coloca en la frente y otros dos detrás de cada oído. "No se produce la menor molestia", declaró Sanjuán, quien añadió que su invento, aplicado a 30 pacientes, no había sido patentado ni comunicado aún a la comunidad científica internacional.

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