Diez años, como máximo

El presidente del Soviet Supremo debe ser elegido por el Congreso de los Diputados Populares, que será el máximo órgano de poder del Estado. Como en los otros puestos de la jerarquía soviética, tal cargo tendrá una duración de cinco años, prorrogables por otros cinco más como máximo. El Congreso de los Diputados Populares, que se reunirá una vez al año y está dividido en tres tercios de 750 diputados cada uno, podrá, en teoría, destituir al presidente.Las enmiendas constitucionales no prevén la aparición de nuevos partidos políticos en la Unión Soviética, donde el partido comunista es el único...

El presidente del Soviet Supremo debe ser elegido por el Congreso de los Diputados Populares, que será el máximo órgano de poder del Estado. Como en los otros puestos de la jerarquía soviética, tal cargo tendrá una duración de cinco años, prorrogables por otros cinco más como máximo. El Congreso de los Diputados Populares, que se reunirá una vez al año y está dividido en tres tercios de 750 diputados cada uno, podrá, en teoría, destituir al presidente.Las enmiendas constitucionales no prevén la aparición de nuevos partidos políticos en la Unión Soviética, donde el partido comunista es el único legalizado y controla el poder.

La participación de las organizaciones sociales surgidas al calor de la reforma está limitada, ya que en el Congreso de los Diputados Populares hay sólo un cupo de 75 escaños destinados a los representantes de asociaciones de ciudadanos organizadas a nivel estatal. Los nuevos movimientos de masas, como los que han surgido en las repúblicas del Báltico, no podrán, por ello, participar en las elecciones, según subrayó Sajarov como candidato a diputado del Soviet Supremo por la asociación Memorial, una entidad en proceso de legalización entre cuyos fines está construir un monumento dedicado a las víctimas del estalinismo. El Soviet Suprerno, Parlamento de carácter permanente, será elegido en primavera por el Congreso de los Diputados Populares.

Las enmiendas constitucionales han sido criticadas desde diversos puntos de vista por la Prensa. Tiit Kiabin, secretario de la sección de Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de Estonía, ha manifestado recientemente en Pravda un conjunto de objeciones que traducen los temores de las repúblicas periféricas respecto al poder central. Kiabin pedía facultades legislativas para la República, establecimiento de un procedimiento de arbitraje en caso de conflicto entre el Soviet Supremo y los órganos republicanos y la presencia de representantes republicanos en el Comité de Vigílancia Constitucional. El funcíonario expresaba sus reservas ante las facultades del Presidium. del Soviet Supremo, que suele declarar el estado de excepción en zonas concretas.