Irán denuncia nuevos ataques iraquíes contra su territorio

El Gobierno iraní denunció ayer nuevos ataques iraquíes contra su territorio. Estas acciones enturbian las perspectivas de un alto el fuego en una guerra que parecía haber entrado en fase descendente tras la aceptación por Teherán de la resolución 598 del Consejo de Seguridad de la ONU para el cese del conflicto. Teherán afirma haber derribado un aparato enemigo al informar del bombardeo contra dos complejos industriales del sur y el oeste de¡ país.

Estos ataques han sido interpretados como una muestra del endurecimiento de las posiciones iraquíes ante un eventual alto el fuego decretad...

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El Gobierno iraní denunció ayer nuevos ataques iraquíes contra su territorio. Estas acciones enturbian las perspectivas de un alto el fuego en una guerra que parecía haber entrado en fase descendente tras la aceptación por Teherán de la resolución 598 del Consejo de Seguridad de la ONU para el cese del conflicto. Teherán afirma haber derribado un aparato enemigo al informar del bombardeo contra dos complejos industriales del sur y el oeste de¡ país.

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Estos ataques han sido interpretados como una muestra del endurecimiento de las posiciones iraquíes ante un eventual alto el fuego decretado por las Naciones Unidas.Esta actitud de Bagdad no ha amilanado al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, quien, a pesar de todo, continúa sus esfuerzos diplomáticos. "Creo que hemos hecho algunos progresos. Estoy convencido de que ambos países están verdaderamente interesados en una solución pacífica del conflicto, si no sus ministros de Asuntos Exteriores no estarían en Nueva York en con tacto permanente conmigo" aseguró Pérez de Cuéllar el pasado martes, poco después de que el embajador iraquí, Riad al Qaysi, rechazara categóricamente la posibilidad de un alto el fuego impuesto por la ONU.

Al Qaysi advirtió contra "cualquier apoyo a la posición iraní", que para Bagdad no pretende más que obtener una tregua y no la paz. El representan te iraquí ante la ONU reafirmó que su país exige la apertura de negociaciones directas antes de la entrada en vigor del cese de las hostilidades, la retirada de fuerzas de ambos países a las fronteras reconocidas internacionalmente y el intercambio de prisioneros de guerra. Estas condiciones para la paz vienen siendo reiteradas por el régimen de Bagdad desde que el 20 de julio del pasado año la Asamblea General de la ONU aprobara la resolución 598.

La alusión de Pérez de Cuéllar a la posibilidad de decretar un alto el fuego sin el acuerdo de los dos beligerantes fue interpretada en medios diplomáticos como una forma de presionar sobre Irak para que reduzca sus exigencias. Teherán se niega a sentarse a la mesa de negociación frente a su contrincante en tanto dicho alto el fuego no haya entrado en vigor, se haya producido la retirada de tropas enemigas de ambos territorios y el intercambio de prisioneros. No obstante, Pérez de Cuéllar reconoció que dicha de cisión requería el acuerdo unánime del Consejo.

Habida cuenta de que las negociaciones directas no están previstas en la resolución 598, que ambos beligerantes han aceptado, Irak no va a poder oponerse durante mucho tiempo al alto el fuego inmediato por cuanto esto supondría un rechazo implícito de dicha resolución. En este sentido, la publicación el pasado lunes de un informe de expertos de la ONU que acusa a Irak de la utilización de armas químicas no favorece Bagdad. Sin embargo, parece improbable que el Consejo de Seguridad se decida a condenar a Bagdad si las negociaciones prosiguen.

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