La decisión canadiense

La próxima elección nacional canadiense va a ser, en realidad, un referéndum sobre el convenio de libre comercio con Estados Unidos. En EE UU, la idea de abrir el comercio continental tiene amplio soporte, pero, salvo en el caso de algunas empresas que tienen intereses directos, solamente provoca un ligero interés. En Canadá sucede precisamente lo contrario.Un fuerte debate ha convertido este asunto en el tema central de la política canadiense. La oposición teme que el convenio obligue a los canadienses a acomodar gran parte de su política económica y social a la de Esta dos Unidos, lo cual p...

La próxima elección nacional canadiense va a ser, en realidad, un referéndum sobre el convenio de libre comercio con Estados Unidos. En EE UU, la idea de abrir el comercio continental tiene amplio soporte, pero, salvo en el caso de algunas empresas que tienen intereses directos, solamente provoca un ligero interés. En Canadá sucede precisamente lo contrario.Un fuerte debate ha convertido este asunto en el tema central de la política canadiense. La oposición teme que el convenio obligue a los canadienses a acomodar gran parte de su política económica y social a la de Esta dos Unidos, lo cual perjudicaría su soberanía. El primer ministro, Brian Mulroney, y otros partidarios de una frontera abierta rechazan esos temores con el argumento de que el convenio fortalecerá la economía canadiense.

En beneficio de las relaciones entre los dos países, y del mismo convenio, es mucho mejor celebrar las elecciones canadienses antes de que éste entre en vigor. Si los liberales ganaran, la alternativa sería un proceso largo, complicado y problemático, por el que el Gobierno canadiense intentaría desautorizar el convenio y volverlo a negociar con un Gobierno estadounidense que lo contemplara como un compromiso firme.

Como su economía es inferior y su dependencia comercial mayor, justo es que los canadienses tengan la última palabra sobre el convenio de libre comercio con Estados Unidos.

26 de julio