La Comunidad Europea suprime el régimen de cuotas siderúrgicas

Los ministros de Industria de los doce acordaron ayer la completa supresión del régimen de cuotas siderúrgicas a partir del 1 de julio próximo para los productos aún sometidos y que representan un 40% de la producción.

España no resulta directamente afectada por la decisión porque su siderurgia, protegida por un sistema de claúsulas, no está incluida en el régimen de cuotas aunque su desaparición obligará a la industria española a insertarse en un mercado mucho más competitivo a partir de enero del año próximo.

Instaurado hace ocho años, el sistema de cuotas pretendía ...

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Los ministros de Industria de los doce acordaron ayer la completa supresión del régimen de cuotas siderúrgicas a partir del 1 de julio próximo para los productos aún sometidos y que representan un 40% de la producción.

España no resulta directamente afectada por la decisión porque su siderurgia, protegida por un sistema de claúsulas, no está incluida en el régimen de cuotas aunque su desaparición obligará a la industria española a insertarse en un mercado mucho más competitivo a partir de enero del año próximo.

Instaurado hace ocho años, el sistema de cuotas pretendía atenuar la competencia entre siderurgias para facilitar su reestructuración y desde 1980 su capacidad de producción se ha visto reducida en 30 millones de toneladas al tiempo que el sector perdía 240.000 puestos de trabajo. El comisario europeo encargado del sector, el alemán Karl-Heinz Narjes, estima que entre 80.000 y 110.000 empleos suplementarios deberán también ser suprimidos.

Los tres últimos productos que aun estaban protegidos por el régimen de cuotas eran las bandas largas en caliente y en frío, la chapa gruesa y, además, los perfiles pesados, en los que los países que menos han reestructurado su siderurgia (Francia, República Federal de Alemania e Italia) más interés tenían en seguir amparando. El Reino Unido, Holanda y Dinamarca eran, por el contrario, los más férreos partidarios de la total liberalización.

Como la Comisión Europea se abstuvo de hacer propuestas era necesaria la unanimidad de los ministros, y no la mera mayoría, cualificada, para prorrogar el sistema vigente algo "descartado", según el ministro alemán de Economía, Martin Bangemann, que presidió la reunión y sacó rapidamente la conclusión de que "el abandono del sistema es inevitable".

En el anterior Consejo de Miniiitros de Industria los asistentes habían acordado que sólo se podría mantener el régimen de cuotas si las empresas del ramo se comprometían en firme a reducir nuevamente su producción antes del 10 de junio pasado, alj;o que en regla general no sido capaces de hacer.

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