La mitad de la población vivirá en el 2000 en zonas urbanas

La población mundial, que en la actualidad supera los 5.000 millones de habitantes (de ellos, unos 2.000 en ciudades), alcanzará los 6.000 millones para finales de siglo y la mitad vivirá en áreas urbanas, según el informe anual sobre el Estado de la Población Mundial 1988 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP). El informe señala que "las crecientes demandas urbanas están deteriorando los recursos básicos, de los cuales dependen todas las formas de vida del planeta".

Casi la totalidad de este crecimiento demográfico tiene lugar en los países en desarrollo, que son los...

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La población mundial, que en la actualidad supera los 5.000 millones de habitantes (de ellos, unos 2.000 en ciudades), alcanzará los 6.000 millones para finales de siglo y la mitad vivirá en áreas urbanas, según el informe anual sobre el Estado de la Población Mundial 1988 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP). El informe señala que "las crecientes demandas urbanas están deteriorando los recursos básicos, de los cuales dependen todas las formas de vida del planeta".

Casi la totalidad de este crecimiento demográfico tiene lugar en los países en desarrollo, que son los que están en peores condiciones para afrontarlo, y una quinta parte de la población mundial vivirá hacía el año 2000 en megalópolis de cuatro millones o más.Según se dice en el informe, cada minuto, el mundo acoge 150 nuevos habitantes, cada día, a 220.000 y cada año, a más de 80 millones.

Entre 1950 y 1985 la población de los países en desarrollo pasó de 1.700 a 3.700 millones de habitantes, el 40% de ellos menores de 15 años, mientras que la población de los países industrializados solamente aumentó durante el mismo período de 800 millones a 1.000.

En el documento de Naciones Unidas se afirma también que si todas las mujeres que manifiestan no querer tener hijos pudieran evitar nuevos embarazos, el número de nacimientos disminuiría actualmente en un 35% en América Latina, un 33% en Asia y un 27% en África mientras aue la mortalidad maternal descendería a la mitad. Asimismo, hacia finales de siglo, las ciudades reunirán al 75% de la población en Latinoamérica, al 42% en África y al 37% en Asia.

Responsabilidades

El informe admite que las relaciones entre población-recursos y medio ambiente aún no se concocen suficientemente pero señala que "un crecimiento más lento y una distribución más equilibrada de la población ayudarían a aliviar las presiones que pesan sobre tierras de cultivo, fuentes de energía, cuencas hidrográficas y zonas forestales, concediendo a gobiernos, sector privado y comunidad internacional tiempo para emprender estrategias de desarrollo sostenible".Los países industriafizados tienen la responsabilidad, se dice en el informe, de tomar la iniciativa en la introducción de nuevas tecnologías que no pongan en peligro el medio ambiente, de ayudar a los países en desarrollo a encontrar vías de crecimiento industrial y de apoyar los esfuerzos en las soluciones de los problemas demográficos.

En el estudio elaborado por el FNUAP se añade que "los países en desarrollo que han logrado reducir el crecimiento de la población han sido capaces de traducir su compromiso en medidas políticas eficaces. En general, estos países presentan menores diferencias de ingreso entre los grupos más ricos y más pobres, tienen tasas de alfabetización más altas y menores tasas de mortalidad infantil". Además, en estos países las mujeres suelen tener niveles de instrucción más altos. Su escolarización es más prolongada y se casan más tarde. Tienen menos hijos, y también pierden un menor número de ellos; y en general participan más en el proceso de desarrollo económico.

Futuro común

El informe subraya que si bien el tamaño de las familias, los flujos migratorios y gran parte del deterioro ecológico dependen de decisiones individuales, a la hora de adoptarlas hay pocas alternativas donde elegir y éstas se ven forzadas por la pobreza o por las decisiones de otros. El documento destaca la importancia de las mujeres en la solución del problema ya que también desempeñan el papel de "administradoras de los recursos ambientales".El informe concluye que el mundo es capaz de satisfacer las crecientes demandas humanas del próximo siglo si se consigue una mayor y más eficaz cooperación entre los países industrializados y en desarrollo, necesaria para lograr un desarrollo industrial libre de riesgos ambientales, ya que "como individuos o como naciones no podernos eludir nuestra responsabilidad. Compartimos un futuro común".

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