El proceso de convergencia industrial

El proceso de acercamiento entre los dos primeros bancos privados nacionales empezó a tornar cuerpo hace varias semanas cuando se alcanzaron acuerdos concretos que facilitaron la entrada de Banesto en varias empresas eléctricas en las que el Central ya estaba presente con un paquete de cierta importancia.La compra de la autocartera de Unión-Fenosa y la entrada en FECSA, a través de la adquisición de acciones que tenía la propia compañía y de obligaciones convertibles emitidas como parte del plan de saneamiento de la entidad catalana, fueron las vías utilizadas dentro del proceso decidido de ca...

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El proceso de acercamiento entre los dos primeros bancos privados nacionales empezó a tornar cuerpo hace varias semanas cuando se alcanzaron acuerdos concretos que facilitaron la entrada de Banesto en varias empresas eléctricas en las que el Central ya estaba presente con un paquete de cierta importancia.La compra de la autocartera de Unión-Fenosa y la entrada en FECSA, a través de la adquisición de acciones que tenía la propia compañía y de obligaciones convertibles emitidas como parte del plan de saneamiento de la entidad catalana, fueron las vías utilizadas dentro del proceso decidido de caminar juntos en distintos sectores industriales.

Dichos contactos continuaron, bajo los auspicios del Ministerio de Industria, cuando los responsables de ambas instituciones financieras empezaron a plantearse la posibilidad de adquirir la refinería de ERT en Huelva para tratar de formar un grupo petroquímico privado capaz de competir con el grupo público Repsol y con la previsible entrada de las multinacionales del sector.

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Estos acuerdos, aunque no han fructificado todavía en nada concreto sirvieron, al menos, para enfriar bastante el preacuerdo alcanzado entre Petromed, ligada a Banesto, y British Petroleum de cara a una entrada en el capital de la primera por parte de la multinacional británica que quedó reducido a acuerdos de comercialización de productos; concretos, olvidándose de la hipotética participación en el capital.

Otro de los campos en los que las conversaciones podrían haber avanzado algo más es el sector de seguros -Banesto cuenta con La Unión y El Fénix y el Central con el Banco Vitalicio-, aunque en los dos casos parece que primero hay que solucionar problemas internos.

Nombramientos

En La Unión y El Fénix debe producirse la salida del presidente de la sociedad, Jaime Argüelles, representante de una de las familias tradicionales de Banesto hasta la llegada de Mario Conde y Juan Abelló, que será sustituido precisamente por Abelló. Jaime Argüelles abandonará la compañía de seguros en una fecha próxima a la celebración de la junta general de accionistas que se celebrará en junio. El reciente nombramiento de un nuevo consejero delegado para la aseguradora es un paso en el proceso de modernización de la compañía. Algo similar viene ocurriendo, desde hace algo más de tiempo, en la compañía de seguros del Banco Central.

Las grandes constructoras de los dos grupos financieros, Dragados y Agromán, también están en el punto de mira de las posibles fusiones a corto plazo aunque en este caso los problemas que aun arrastra Agromán -sociedad a la que Banesto tuvo que aplicar un proceso de saneamiento muy duro que le llevó a hacerse con la mayoría del capital mediante el procedimiento de convertir deuda en capital- hacen más difícil el proceso de integración.

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