Gana terreno en Italia la propuesta de Craxi para una administración europea de los. territorios ocupados
El Consejo de Ministros que se reunirá en la mañana de hoy, uno de los primeros del nuevo Gobierno de Ciriaco de Mita, discutirá el proyecto de Bettino Craxi para resolver el problema de los territorios ocupados en Gaza y Cisjordania por Israel. Ayer, Il Corriere della Sera editorializaba: "Ahora, Craxi puede estar satisfecho". Se refería a la noticia dada por el ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, de que tras una largo coloquio con el presidente del Gobierno sobre Oriente Próximo, De Mita "no había puesto ninguna objeción".
El problema, si acaso, podría nacer en los parti...
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El Consejo de Ministros que se reunirá en la mañana de hoy, uno de los primeros del nuevo Gobierno de Ciriaco de Mita, discutirá el proyecto de Bettino Craxi para resolver el problema de los territorios ocupados en Gaza y Cisjordania por Israel. Ayer, Il Corriere della Sera editorializaba: "Ahora, Craxi puede estar satisfecho". Se refería a la noticia dada por el ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, de que tras una largo coloquio con el presidente del Gobierno sobre Oriente Próximo, De Mita "no había puesto ninguna objeción".
El problema, si acaso, podría nacer en los partidos menores que apoyan al nuevo Gobierno, como liberales y socialdemócratas. Lógicamente, De Mita no puede permitirse el lujo de empezar su mandato con una fractura dentro de su Gabinete sobre un tema de política exterior tan delicado.De ahí que el inteligente y astuto Andreotti haya elaborado una corrección a la propuesta Craxi para que pueda ser mejor aceptada tanto por el Gobierno como por la Comunidad Europea.
Ahora, Andreotti, frente a la seca negativa inmediata de Israel, propone que la Administración de los territorios siga en manos de Tel Aviv, pero que se cree una especie de colchón entre palestinos e israelíes formado por fuerzas europeas.
También a esta idea Israel ha expresado ya su negativa, subrayando que el conflicto debe resolverse "sin intervenciones desde el exterior". Pero Andreotti recuerda que ya en 1980 la CE había aludido a la posibilidad de una presencia europea en los territorios ocupados.
Los italianos no se hacen excesivas ilusiones de que la propuesta Craxi-Andreotti pueda ser aceptada sin dolor. Sobre ella tendrán que estar de acuerdo no sólo las Naciones Unidas, sino también los Gobiernos de Washington y Moscú, y que todo el proyecto deberá pasar por la tan reclamada y siempre aplazada conferencia de paz intemacional sobre Oriente Próximo.