ESPAÑA Y EL NARCOTRÁFICO

La 'mafia' de Miami pretendía abrir mercados en Europa con la cocaína incautada en Barcelona

Reginaldo de Jesús Blanco, uno de los cuatro individuos detenidos tras el hallazgo de 562 kilos de cocaína en un viejo bunker situado en una playa de Vilanova (Barcelona), es un traficante de droga con antecedentes en Estados Unidos, según fuentes próximas a la agencia antinarcóticos estadounidense Drug Enforcement Administration (DEA). La Guardia Civil sin embargo, aún está cotejando la identidad de Reginaldo Blanco, detenido el pasado sábado poco después de la incautación del cargamento abandonado. Este arresto confirma la sospecha de las autoridades españolas de que la mafia internacional c...

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Reginaldo de Jesús Blanco, uno de los cuatro individuos detenidos tras el hallazgo de 562 kilos de cocaína en un viejo bunker situado en una playa de Vilanova (Barcelona), es un traficante de droga con antecedentes en Estados Unidos, según fuentes próximas a la agencia antinarcóticos estadounidense Drug Enforcement Administration (DEA). La Guardia Civil sin embargo, aún está cotejando la identidad de Reginaldo Blanco, detenido el pasado sábado poco después de la incautación del cargamento abandonado. Este arresto confirma la sospecha de las autoridades españolas de que la mafia internacional con sede en Miami intentaba colocar cocaína en Europa a través de España, en un gran esfuerzo para abrir nuevos mercados para sus negocios.

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Fuentes oficiales afirmaron ayer que Reginaldo Blanco era el hombre clave de la distribución en Europa de los 562 kilos de cocaína pura interceptados cerca de Barcelona. Esta ramificación de la mafia de Miami hacia España, ya prácticamente abortada, se interpreta ahora como un reflejo de la desesperación de los narcotraficantes americanos, que se encuentran ante un colapso del mercado de la droga en EE UU.Agentes del Grupo Antidroga de la IV Zona de la Guardia Civil de Barcelona y de la Jefatura Fiscal de Madrid, así como varios agentes de la DEA destinados en España, poseían desde hace varios días una información muy valiosa. Un grupo de narcotráfico intentaba crear desde hace unos cinco meses una nueva red de distribución de cocaína en Europa, a través de España. La operación se iba a llevar a cabo por medio de un cubano-estadounidense (Reginaldo Blanco). Por esa razón, durante las dos últimas semanas se esperaba la llegada a Cataluña de un envío de estupefacientes, aunque se desconocía el volumen del paquete.

El desembarco del cargamento se produjo entre el viernes y el sábado pasados. Los traficantes eludieron todos los sistemas de vigilancia policial establecidos por la Guadia Civil en el litoral del sur de Barcelona. La cocaína, 19 fardos conteniendo 562 kilogramos empaquetados en ladrillos de un kilogramo, fue depositada, en un antiguo nido de ametralladoras de la Guerra Civil situado en la playa de la Mota de Sant Pere, entre Cubelles y Vilanova i la Geltrú.

El pasado sábado, dos jóvenes descubrieron el alijo, denunciándolo de inmediato a la Guardia ¡Civil de Vilanova. Horas después, y mientras se acercaban a la citada playa en un Opel Kadett, presuntamente para recoger el cargamento, fueron detenidos Reginaldo de Jesús Blanco, de origen cubano y nacionalidad estadounidense, de 42 años de edad -al parecer reclamado por las autoridades norteamericanas- y la española María Arrate, de 51 años, natural de Guerniea (Vizcaya). Ambos poseen residencia en Madrid.

Otros dos detenidos

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A última hora del domingo la Guardia Civil detuvo a otros dos individuos, en Sant Cugat del Vallés y Sitges, sin que hasta el momento se haya revelado la identidad de los arrestados y su implicación en esta trama. Se trata, sin embargo, de dos varones de nacionalidad española. Todos los detenidos serán puestos hoy a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Vilanova i la Geltrú.

El alijo descubierto es el mayor de cuantos se han interceptado en Europa y supera en 237 kilogramos al incautado el pasado 24 de marzo en Fuenlabrada (Madrid), considerado entonces como un récord policial a nivel europeo. La posible relación entre ambos cargamentos aún no ha sido probada.

Según fuentes policiales, la organización que pretendía comercializar la droga descubierta el sábado, cuyo valor alcanza los 8.000 millones de pesetas, estaba dirigida por el propio Blanco. El objetivo de este cubano-estadounidense era canalizar al mercado europeo gran parte de los excedentes de esta droga que se almacenan por toneladas en Miami, y el modo de hacerlo era inundando los circuitos de venta para abaratar el coste. Si la operación hubiera tenido éxito, se hubiese multiplicado la comercialización de la cocaína y la policía hubiera quedado desbordada, algo similar a lo que ocurre en Florida. De esta forma, el coste más bajo se compensa con la incorporación de gran cantidad de nuevos consumidores.

La presencia de Blanco en España, controlado policialmente desde hace cinco meses, hace pensar que el cargamento procedía directamente de Miami. El objetivo del narcotraficante era convertirlo en más de 56 millones de dosis.

Éste es el primer caso en que las autoridades españolas se enfrentan a una cadena de narcotraficantes norteamericanos, caracterizados por las enormes cantidades de cocaína colombiana que suelen controlar y por los medios económicos con que cuentan para burlar a las policías de todo el mundo.

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