España estará en el consejo franco-alemán de defensa si participa en la brigada mixta

El Gobierno tendrá un representante en el secretariado del Consejo de Defensa y Seguridad creado en noviembre por Francia y la República Federal de Alemania, en el caso de que España decida, como parece probable, incorporar tropas a la brigada mixta franco-alemana, según fuentes gubernamentales. En principio, el Ejecutivo se inclina por ambas incorporaciones, pero las fuentes citadas insisten que no se ha pasado todavía del "período de reflexión" abierto al respecto a finales del pasado año.

Aunque por el momento no se ha producido una invitación formal en ese sentido, autoridades de la...

El Gobierno tendrá un representante en el secretariado del Consejo de Defensa y Seguridad creado en noviembre por Francia y la República Federal de Alemania, en el caso de que España decida, como parece probable, incorporar tropas a la brigada mixta franco-alemana, según fuentes gubernamentales. En principio, el Ejecutivo se inclina por ambas incorporaciones, pero las fuentes citadas insisten que no se ha pasado todavía del "período de reflexión" abierto al respecto a finales del pasado año.

Aunque por el momento no se ha producido una invitación formal en ese sentido, autoridades de la RFA y de Francia -de manera especial estas últimas- han mostrado un gran interés ante la posibilidad de que España acabe participando en esa iniciativa que, aunque en principio está concebida sólo entre dos países, se ha convertido en un embrión de lo que puede constituir un nuevo foro europeo para la construcción de la defensa del continente, aunque sin excluir el apoyo estadounidense.Oficialmente, el Gobierno español sólo ha reconocido que aceptaba iniciar "una reflexión" en este terreno, pero algunos altos cargos; del Ejecutivo francés señalaron a comienzos de este año que tanto Italia como España había mostrado "cierto interés" en participar en la citada brigada mixta. Por su parte, el Gobierno de Holanda también se mostró favorable a incorporarse a la iniciativa, pero aún no se ha producido ninguna materialización al respecto.

Como paso previo, el Gobierno español tiene que decidir si alguna unidad del Ejército de Tierra se integra o no en la brigada mixta franco-germana. Aunque no existe determinación al respecto, se especula con la posibilidad de que la brigada cuente con una unidad de paracaidistas españoles o de helicópteros anticarro. Si se llegase a tomar esta decisión, el paso siguiente consistiría en sumarse al Consejo de Defensa y Seguridad.Tanto el consejo como la brigada se crearon en noviembre del pasado año por un protocolo añadido al tratado suscrito por Francia y la RFA en 1963. En el protocolo se incluye la creación del secretariado del consejo, que tiene su sede en París y se reúne dos veces al año. Entre los cometidos del consejo figuran la consecución de posturas comunes en los problemas de seguridad, la decisión sobre creaciones de unidades mixtas, el desarrollo de aspectos relacionados con la seguridad de Europa -incluido el control de armamento y la consecución de una política común europea en la fabricación de armas.

Otros foros europeos

España ya participa activamente en otros foros europeos de defensa, como el Eurogrupo o el Grupo Europeo Independiente de Programas -ambos formados por países europeos de la OTAN-, y también ha expresado su intención de incorporarse a la Unión Europea Occidental (UEO), si bien esta organización aún no ha emitido la preceptiva invitación. Este aspecto puede ser estudiado por la UEO en la reunión que celebrará el próximo mes en La Haya.No obstante, el propio ministro español de Defensa, Narcís Serra, ha comentado que ya hay demasiadas iniciativas europeas de defensa y los países interesados deben apostar por una de ellas para convertirla en un foro eficaz y operativo.

Todos estos intentos de crear una organización europea de defensa coinciden en el tiempo con la opinión expresada por altos cargos estadounidenses en el sentido de que los países de Europa deben hacer un mayor esfuerzo para la defensa del Viejo Continente. Sin embargo, también desde Estados Unidos se observan con recelo esas iniciativas que, entre otras consecuencias inmediatas, pueden suponer un desceso en las ventas de sistemas de armas americanos a países europeos.