CRISIS EN TORNO AL CANAL

El problema son las bases, según la embajadora en Madrid

La situación del istmo centroamericano responde a una "enorme infamia contra Panamá" en la que el problema clave es el intento norteamericano de mantener sus 14 bases y el Comando Sur en la zona del canal, a pesar de lo estipulado en los acuerdos Omar-Torrijos de 1977, que devuelven a Panamá la plena soberanía sobre la vía interoceánica. Así se pronunció ayer en Madrid la embajadora panameña, Berta Torrijos de Arosamena, quien negó haber realizado gestión alguna o haber sido consultada por el Ministerio de Asuntos Exteriores español con respecto a un eventual asilo en España del general Manue...

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La situación del istmo centroamericano responde a una "enorme infamia contra Panamá" en la que el problema clave es el intento norteamericano de mantener sus 14 bases y el Comando Sur en la zona del canal, a pesar de lo estipulado en los acuerdos Omar-Torrijos de 1977, que devuelven a Panamá la plena soberanía sobre la vía interoceánica. Así se pronunció ayer en Madrid la embajadora panameña, Berta Torrijos de Arosamena, quien negó haber realizado gestión alguna o haber sido consultada por el Ministerio de Asuntos Exteriores español con respecto a un eventual asilo en España del general Manuel Antonio Noriega.En la representación diplomática panameña en Madrid afirman que el caso Noriega es un "problema coyuntural: primero fue Torrijos, ahora Noriega, luego el que venga, ya que lo esencial es que a las doce del mediodía del 31 diciembre de 1999 Panamá recuperará la plena soberanía del canal y deberá salir el último soldado norteamericano".

Según la Embajada panameña, basándose en datos estadounidenses, para desmontar las bases instaladas en el canal son necesarios 10 años, lo cual significa que el desmantelamiento de las instalaciones norteamericanas debe iniciarse en 1989, después de las elecciones previstas para ese año en Panamá. "Washington no quiere arriesgarse a esperar a esos comicios", afirma la embajadora, para añadir: "Necesita para entonces un Gobierno dócil". Otra de las claves, en su opinión, es la situación en Centroamérica. "La campaña arreció cuando Panamá rechazó las peticiones norteamericanas para que colaborásemos con una eventual intervención militar en Nicaragua".

Según la Embajada panameña, soldados de la Guardia Nacional de Estados Unidos con base en Florida y Puerto Rico, de origen latino, están siendo entrenados ya para una intervención militar contra el régimen panameño

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