La policía británica cree que el IRA posee una base en Málaga

ENVIADO ESPECIAL, La policía británica está convencida de que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) posee un lugar seguro"" en la Costa del Sol, en donde, con toda probabilidad, se encuentra la base de operaciones de logística que daba cobertura al comando West Belfast, tres de cuyos miembros fueron abatidos el domingo por agentes del SAS cuando paseaban desarmados por las calles de Gibraltar.

El comando lo integraba una cuarta persona, al parecer una mujer. Pese a que en un principio se identificó a esta mujer como Evely Glenholmes, de 31 años, y una de las activistas del IRA m...

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ENVIADO ESPECIAL, La policía británica está convencida de que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) posee un lugar seguro"" en la Costa del Sol, en donde, con toda probabilidad, se encuentra la base de operaciones de logística que daba cobertura al comando West Belfast, tres de cuyos miembros fueron abatidos el domingo por agentes del SAS cuando paseaban desarmados por las calles de Gibraltar.

El comando lo integraba una cuarta persona, al parecer una mujer. Pese a que en un principio se identificó a esta mujer como Evely Glenholmes, de 31 años, y una de las activistas del IRA más buscada, por la policía del Reino Unido, los servicios de información sospechan que se trata de otra mujer, sobre la que se barajan varias identidades. Glenholmes, aunque está en paradero desconocido, sufre perturbaciones mentales y podría haber sido separada meses atrás por la dirección de la organización de cualquier actividad armada.

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Esta terrorista estuvo asociada al atentado contra el Gran Hotel de Brighton, en 1984, en el curso del cual murieron cuatro congresistas que asistían a una convención del Partido Conservador británico, y dos años después compareció ante un tribunal de la República (le Irlanda, tras lo cual se le perdió la pista. Fuentes próximas al IRA y a especialistas en terrorismo en el Ulster rechazaron cualquier vinculación de Glenholme con el comando que iba a actuar en Gibraltar, a pesar de determinadas informaciones periodísticas que aseguraban lo contrario.

La policía de Gibraltar daba ayer por descartada, aunque con prudencia, la posibilidad de que el cuarto integrante del comando se encontrara en la Roca, al igual que un automóvil Ford Fiesta blanco, matrícula de Málaga, y de alquiler, que se supone pertenecía a los terroristas.

La existencia de explosivos en poder del comando West Belfast fue confirmada por un portavoz del IRA en el tiempo transcurrido entre la divulgación de la noticia en la que se comunicaba las tres muertes de Gibraltar y la comparecencia en la Cámara de los Comunes del secretario de Foreign Office, sir Geoffrey Howe.

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Ceremonial

Gibraltar vivió ayer el mayor dispositivo militar y policial de los últimos años, incluida la presencia de desactivadores de explosivos de la Royal Navy y perros policías, para proteger el ceremonial del relevo de la guardia de la residencia del gobernador británico, sir Peter Terry.

Los terroristas pretendían atentar ayer, martes, día de la semana en que se desarrolla este ceremonial, contra los integrantes de la guardia, todos ellos pertenecientes al Royal Anglian Regiment, unidad móvil del Ejército británico, actualmente con guarnición en Gibraltar,pero que hace dos años estaba destacado en el Ulster.

El desfile del cuerpo de guardia comenzó a las once en punto de la mañana, desde el callejón donde el domingo había sido encontrado uno de los coches de los terroristas, que horas antes había sido limpiado de vehículos. El interés despertado por esta ceremonia concentró en el recorrido, de apenas 600 metros, a más público que nunca.

El cortejo lo encabezaba el oficial de guardia, a quien seguía la banda de música del regimiento, con uniforme de gala, y el cuerpo de centinelas. Desde las aceras y balcones, la formación, compuesta por casi un centenar de militares, fue recibida con fuertes aplausos.

La ceremonia fue presidida desde un balcón por el gobernador, sir Peter Terry, que vestía uniforme de mariscal del aire, y por el coronel del Anglian, John Sutherell, a quienes acompañaban otros mandos militares y policiales del Peñón, y transcurrió sin el más mínimo incidente.

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