Cartas al director

Concursos universitarios

El pasado día 11 de febrero hemos tenido ocasión de presenciar un concurso para proveer una plaza de profesor titular de universidad en la ETS de Ingenieros Industriales de Barcelona. Las situaciones escandalosas se siguen repitiendo.Ante la cualificación evidente e incuestionable del candidato, para rechazarlo, el tribunal tuvo que descender a un nivel de ignominia y degradación personal fingiendo no oír algunas respuestas, omitiendo datos aportados y, finalmente, dando una prueba de su excepcional altura intelectual y profesional, llegaron a manifestar que`no comprendían" cómo un ingeniero p...

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El pasado día 11 de febrero hemos tenido ocasión de presenciar un concurso para proveer una plaza de profesor titular de universidad en la ETS de Ingenieros Industriales de Barcelona. Las situaciones escandalosas se siguen repitiendo.Ante la cualificación evidente e incuestionable del candidato, para rechazarlo, el tribunal tuvo que descender a un nivel de ignominia y degradación personal fingiendo no oír algunas respuestas, omitiendo datos aportados y, finalmente, dando una prueba de su excepcional altura intelectual y profesional, llegaron a manifestar que`no comprendían" cómo un ingeniero podía colaborar con la medicina (¡!) refiriéndose a un trabajo de investigación en el que participa el concursante. Si éstas eminencias "no pueden entender" ese hecho, ¿qué pueden entender?... y, por tanto, ¿qué pueden enseñar? Así ha ido siempre, y así va, nuestra Universidad, la que pagamos todos. Añadimos además, aunque obviamente no es demostrable documentalmente, que el resultado era de esperar en base a comentarios velados, emitidos con anterioridad por un núembro significado del tribunal. A alguien, o a algunos, beneficiará que esa plaza quede desierta.- Oscar Vadrí y Agustina Castellví.

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