La oposición intentará contrarrestar, en el debate del 'estado de la nación', el previsible triunfalismo oficial

Los grupos parlamentarios de la oposición pretenden que el debate sobre el estado de la nación que hoy comienza "transcurra pegado a la tierra, con expresión de los problemas cotidianos". Con esta estrategia, unánime aunque con matices, intentarán poner en evidencia el discurso del presidente del Gobierno, Felipe González, respecto al cual prevén un exceso de cifras y de triunfalismo. El Ejecutivo, aunque consciente de la estrategia de la oposición, no renunciará a la exposición de cifras que pongan de manifiesto la mejora de la situación del país, aunque huirá del triunfalismo, según un colab...

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Los grupos parlamentarios de la oposición pretenden que el debate sobre el estado de la nación que hoy comienza "transcurra pegado a la tierra, con expresión de los problemas cotidianos". Con esta estrategia, unánime aunque con matices, intentarán poner en evidencia el discurso del presidente del Gobierno, Felipe González, respecto al cual prevén un exceso de cifras y de triunfalismo. El Ejecutivo, aunque consciente de la estrategia de la oposición, no renunciará a la exposición de cifras que pongan de manifiesto la mejora de la situación del país, aunque huirá del triunfalismo, según un colaborador del presidente.

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Desempleo, delincuencia ciudadana y mal funcionamiento de los servicios serán, por este orden, las prioridades de los grupos de oposición. La política económica, la acción exterior y la modernización del país podrían ser, a su vez, las cuestiones que el Gobierno desea potenciar en el debate. Alguna alusión al convenio con los Estados Unidos y a la situación del problema terrorista figuran entre los temas previsibles, según fuentes de la Moncloa.El presidente del Gobierno, Felipe González, trabajaba ayer "a solas" en su despacho, elaborando el guión de su discurso que, en principio, no estará cerrado, sino que dejará un margen para la improvisación. El presidente trabaja con un amplio fondo documental elaborado por el gabinete de la Presidencia del Gobierno, que a su vez se ha nutrido de los ministerios.

El empleo juvenil será pieza muy destacada, ya que, según las fuentes informantes, ésta fue la prioridad absoluta que se marcó el 31º congreso de su partido. La percepción de que las instituciones democráticas están cayendo en un cierto desprestigio será otra de las preocupaciones que el presidente expondrá, para hacer una llamada de atención a las fuerzas políticas en el sentido de que es obligación de todos devolver a los ciudadanos la confianza en las instituciones.

La segunda cadena de TVE transmitirá el debate en directo, a partir del mediodía, y la transmisión continuará por la tarde hasta las 20 horas. Si la sesión se prolongara más tiempo -informaron ayer fuentes de TVE-, el resto del debate sería ofrecido en diferido al término de la programación de la segunda cadena.

La sesión comenzará con la intervención del presidente del Gobierno, Felipe González. Después de una interrupción para el almuerzo, hablará el secretario general del Grupo Popular, Arturo García Tizón, seguido del presidente del CDS, Adolfo Suárez, para cerrar el turno de esta primera jornada el portavoz de Minoría Catalana, Miquel Roca, según las previsiones que ayer hizo el presidente del Congreso, Félix Pons. En principio, el resto de los grupos y agrupaciones parlamentarias intervendrían al día siguiente.

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Moción de censura

El representante de AP, Arturo García Tizón, tiene previsto criticar al Gobierno, en primer lugar por el desempleo y después por la delincuencia común. Un tercer aspecto abarcará el mal funcionamiento de los servicios sociales. "Pondremos el contrapunto al previsible triunfalismo de González. Y tampoco deberá atribuirse a su genialidad los triunfos en la lucha antiterrorista, porque en gran medida se lo debe al Gobierno conservador francés", dijo un portavoz aliancista.García Tizón preguntará al presidente que si a su juicio las cosas están tan bien, "por qué el Gobierno no deja de perder credibilidad ante la opinión pública".

Alianza Popular descarta en principio la reprobación de ministros, "porque eso significa su confirmación en el cargo", dijo este portavoz. Por eso llama la atención el hecho de que se haya presentado otra moción, que será debatida a principios de marzo, en la que se pide la dimisión del ministro de Justicia, Fernando Ledesma. "Habría que reprobar a todo el Gobierno, pero eso significaría una moción de censura, y aunque una vez al año no hace daño, no tenemos prevista esa posibilidad", añadió este portavoz. En la estrategia aliancista se reserva la moción de censura para fechas más cercanas a las elecciones generales.

El presidente del CDS, Adolfo Suárez, guarda celosamente el sentido de su intervención, y a modo de apunte, un dirigente del CDS realizó la siguiente reflexión: "El Gobierno ha tenido algunos aciertos, pero el fallo está en que no ha sabido transformar los éxitos en servicios sociales". Este mismo portavoz calificó de "pueriles" las interpretaciones que quieren ver en la actuación de Suárez en este debate el baremo de si puede o no ser alternativa de gobierno.

El portavoz de Minoría Catalana, Miquel Roca, quiere introducir algún elemento original en su discurso. Uno de ellos consiste en poner mayor énfasis en el desempleo de los mayores de 45 años, en contraposición a las energías gubernamentales, que sólo parecen estar decididas a combatir el paro juvenil.

Roca considera que los parados de larga duración, normalmente mayores de la edad citada, pasan a ser desempleados irreversibles y normalmente tienen bajo su tutela a una familia. Ante la expectativa de que el presidente González se refiera a las grandes magnitudes de la economía, Roca sacará a colación la pequeña economía doméstica de los españoles.

El presidente del PDP, Javier Rupérez, mostrará su preocupación por el lenguaje dual que, a su juicio, impregna a la sociedad española. Rupérez aconsejará acabar con "esa España dual", de marginados y no marginados, de ricos y pobres, de proamericanos y antiamericanos.

Anguita

En esta ocasión los dos máximos responsables de dos partidos, parlamentarios, AP y PCE, no podrán intervenir en el debate por no ser diputados.El presidente del Congreso, Félix Pons, afirmó ayer que la ausencia de Antonio Hernández Mancha (AP) y de Julio Anguita (PCE) "no es una circunstancia óptima", aunque confió que ello no suponga una minusvaloración del debate, toda vez que lo que importa es lo que se diga. No obstante, Hernández Mancha, al ser senador, ocupará el escaño que antes acogiera a Manuel Fraga, y el presidente del PCE, Julio Anguita, tiene reservado un lugar en la tribuna de invitados junto a las esposas de Antonio Hernández Mancha y Manuel Fraga, que no estará presente.

Según fuentes del PCE, Julio Anguita tiene previsto asistir al debate, al menos cuando intervenga el presidente de Izquierda Unida, Gerardo Iglesias.

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