Waldheim no descarta que el documento sobre su pasado nazi sea auténtico

El presidente austriaco, Kurt Waldheim, hizo ayer unas declaraciones en las que no descarta que el documento que lo cita ordenando la deportación de más de 4.000 yugoslavos en 1942 sea auténtico, y quita importancia al transporte de civiles yugoslavos a campos de concentración. Waldheim señala que, "aunque el documento sea auténtico, hay que examinar de qué tipo de transporte se trata. En todas las guerras hay prisioneros y refugiados. En este caso, eran refugiados, mujeres, niños y ancianos, que huían del escenario de la batalla en Kozara y eran llevados a campos de recogida".

Los camp...

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El presidente austriaco, Kurt Waldheim, hizo ayer unas declaraciones en las que no descarta que el documento que lo cita ordenando la deportación de más de 4.000 yugoslavos en 1942 sea auténtico, y quita importancia al transporte de civiles yugoslavos a campos de concentración. Waldheim señala que, "aunque el documento sea auténtico, hay que examinar de qué tipo de transporte se trata. En todas las guerras hay prisioneros y refugiados. En este caso, eran refugiados, mujeres, niños y ancianos, que huían del escenario de la batalla en Kozara y eran llevados a campos de recogida".

Los campos de concentración citados en el telegrama cuya autenticidad no excluye Waldheim eran Grubisino, Polje y Zemun. El primero era un campo desde el cual los prisioneros eran trasladados a Jasenovac, un centro de exterminio donde los ustashas -fascistas croatas colaboradores de los nazis- ejecutaban a judíos y serbios con gran crueldad. Según relatos de supervivientes, algunos días los ustashas llegaron a matar a más de un millar de personas cortándoles la yugular con machetes. Waldheim añadió que "la tragedia está en su tratamiento [el de los prisioneros] posterior. Por supuesto que los ustashas cometieron barbaridades".La búsqueda del original del documento que implica al jefe del Estado austriaco en la deportación a campos de concentración de más de 4.000 yugoslavos seguía siendo ayer infructuosa. Mientras, se refuerzan en Viena los indicios de que el Gobierno yugoslavo tiene un interés político interno en bloquear o retrasar su publicación.

El historiador yugoslavo Dusan Plenca compareció ayer en una conferencia de prensa en Belgrado en la que reafirmó la autenticidad de la fotocopia publicada por el semanario alemán Der Spiegel, pero no presentó el original. Según dijo, lo hará el próximo domingo.

Campaña

En Viena, diversos medios de comunicación han lanzado una violenta campaña contra el historiador yugoslavo, los periodistas occidentales que cubren la información sobre el caso Waldheim y las fuerzas partisanas que combatieron a los invasores de la Alemania nazi. La reacción de los editorialistas de los diarios Die Presse y Kronenzeitung a las nuevas acusaciones contra el jefe del Estado confirman los temores del jefe del centro judío de documentación de Viena, Simón Wiesenthal, cuando declaró a EL PAÍS que si el documento resulta ser falso, muchos lo aprovecharán para negar la existencia en general de los crímenes nazis.Mientras, en la provincia yugoslava de Kosovo, un director de archivo declaró ayer que tiene pruebas de que Waldheim "asistió" al fusilamiento de 104 guerrilleros.

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