Francia, descontenta porque el acuerdo de desarme se centre en Europa

, El acuerdo soviético-norteamericano sobre los euromisiles ha provocado más discrepancias y alarmas en Francia que aplausos. El Gobierno de Jacques Chirac, a pesar de que no quiere proporcionar una imagen negativa al resto de Europa, no ha escondido su desagrado por la firma del tratado de desarme. Hace escasamente dos meses, Chirac aseguraba que el acuerdo "podía comprometer y reducir a la nada la presencia norteamericana en Europa". El ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Bernard Raimond., afirmaba el pasado miércoles, ante la Asamblea Nacional, que "Francia debe proseguir la modernización ...

, El acuerdo soviético-norteamericano sobre los euromisiles ha provocado más discrepancias y alarmas en Francia que aplausos. El Gobierno de Jacques Chirac, a pesar de que no quiere proporcionar una imagen negativa al resto de Europa, no ha escondido su desagrado por la firma del tratado de desarme. Hace escasamente dos meses, Chirac aseguraba que el acuerdo "podía comprometer y reducir a la nada la presencia norteamericana en Europa". El ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Bernard Raimond., afirmaba el pasado miércoles, ante la Asamblea Nacional, que "Francia debe proseguir la modernización de sus fuerzas nucleares", y denunciaba "los riesgos de desnuclearización" que comportaba un acuerdo centrado únicamente territorio europeo.

El ministro de Cultura y secretario general del Partido Republicano, François Léotard, fue aún más lejos en un artículo publicado ayer en el diario conservador Le Figaro, en el que calificaba el acuerdo de "inútil e incluso peligroso" para la seguridad de Europa. Léotard, como el editorialista de Le Figaro, el diputado y ex ministro Alain Peyrefitte, evocaba la reunión de Yalta, para sugerir un nuevo reparto del mundo entre Washington y Moscú a espaldas de los europeos. La mayor paradoja es que el fundador del Partido Republicano y descubridor político de Léotard, el ex presidente Valéry Giscard d'Estaing, se felicitaba simultáneamente del acuerdo, en sintonía con la otra voz francesa abiertamente favorable, la del presidente de la República, François Mitterrand.

Raymond Barre, otro ex primer -ministro y candidato a la presidencia de la República, juntaba sus lamentaciones a las del Gobierno para denunciar también Dos peligros que este tratado puede a aportar a Europa.