A la espera de conseguir un nuevo equilibrio monetario

La caída del dólar, con posibles cambios al alza esporádicos, se mantendrá en los próximos días hasta que el grupo de los países industrializados no adopte medidas claras que sirvan de señales a los mercados de cambios. El comunicado de los gobernadoresde los bancos centrales de los 10 no es sino una declaración de buena voluntad y el reconocimiento de que es necesaria una actuación coordinada entre todos que trate de poner orden en el revuelto patio del dólar.La obligatoriedad de que estas naciones, en especial las tres más importantes, alcancen un nuevo acuerdo que regule sus; problemas inte...

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La caída del dólar, con posibles cambios al alza esporádicos, se mantendrá en los próximos días hasta que el grupo de los países industrializados no adopte medidas claras que sirvan de señales a los mercados de cambios. El comunicado de los gobernadoresde los bancos centrales de los 10 no es sino una declaración de buena voluntad y el reconocimiento de que es necesaria una actuación coordinada entre todos que trate de poner orden en el revuelto patio del dólar.La obligatoriedad de que estas naciones, en especial las tres más importantes, alcancen un nuevo acuerdo que regule sus; problemas internos y sus relaciones externas, se hace más nítido a medida que pasan los días desde que empezó a caer la divisa de Estados Unidos.

En ocasiones anteriores, reuníones como la celebrada ayer en Basilea había servido como contención monientánea de la tendencia a la depreciación del dólar. Ayer, sin embargo, la caída prosiguió mientras se reunían los gobernadores de los bancos de los principales países.

La respuesta de los mercados de cambios a dicha reunión y al comunicado de ayer puede producirse hoy cuando vuelvan a abrir. Pero lo normal es que el dólar mantenga su depreciación, quizás algo menos fuerte que en los últimos días en los que estaba casi en caída libre, hasta que no haya señales más nítidas por todos partes.

Nuevas señales

Pero estas señales solo pueden proceder de los tres países más fuertes. Y debe hacerse de forma coordínada porque ni Alemania ni Japón van a relanzar más sus economías si antes Estados Unidos no llega a un acuerdo interno que permita vislumbrar una cierta reducción de su déficit presupuestario, con ciertas probabilidades de éxito.El resto de los países implicados en la crisis del dólar no pueden hacer otra cosa que tratar de seguir resistiendo la depreciación de la divisa norteamericana. Apenas si tienen posibilidades de actuación individuales.

Así se explican, por ejemplo, las declaraciones del gobernador del Banco de España, o del representante, italiano, en las que se piden una actuacíón coordinada de todos los países miembros de la Comunidad Europea ante un problema que afecta a todo el mundo industrializado pero a cuyas soluciones tienen acceso solo unos pocos. El resto tendrá. que adoptar sus políticas monetarias y de cambios a lo que finalmente decidan los tres grandes de la economía mundial.

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