Fuerza antigua y nueva tecnología

Muy cerca del faro que marca la punta norte de España a los navegantes, donde la "costa de la muerte" va perdiendo su nombre, el acantilado está ahora engalanado con una docena de adornos blancos. Las tres aspas o palas de cada molinillo, construidas con fibra de vidrio, tienen 5 metros de longitud y al girar barren una superficie de unos 80 metros cuadrados.Comienzan a moverse siempre que la velocidad del viento supere los 4,5 metros por segundo y van aumentando su potencia hasta lograr en conjunto 360 kilowatios con velocidades de viento de 12,5 metros por segundo. Está previsto que e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Muy cerca del faro que marca la punta norte de España a los navegantes, donde la "costa de la muerte" va perdiendo su nombre, el acantilado está ahora engalanado con una docena de adornos blancos. Las tres aspas o palas de cada molinillo, construidas con fibra de vidrio, tienen 5 metros de longitud y al girar barren una superficie de unos 80 metros cuadrados.Comienzan a moverse siempre que la velocidad del viento supere los 4,5 metros por segundo y van aumentando su potencia hasta lograr en conjunto 360 kilowatios con velocidades de viento de 12,5 metros por segundo. Está previsto que el parque produzca anualmente un millón de kilowatios, con un aprovechamiento del 88%.

Los aerogeneradores se orientan siempre cara al viento dominante por medio de una pequeña veleta que comanda a un servosistema eléctrico. Las palas tienen un eje de rotación horizontal y un multiplicador de velocidad que lleva la energía a dos generadores de 7,5 y 30 kilowatios, respectivamente. Para vientos moderados (de hasta 7 metros por segundo) funciona el generador pequeño con una velocidad de las palas de 70 vueltas por minuto. Con vientos de más intensidad, las palas giran a 75 vueltas por minuto y hacen funcionar el generador grande. Si el viento supera los 90 kilómetros por hora (25 metros por segundo) el sistema de seguridad instalado desconecta los molinillos automáticamente.

Más información

En las tempestades que han sacudido las costas cantábricas durante las últimas semanas, los aerogeneradores de A Estaca de Bares han resistido sin problemas vientos de más de 150 kilómetros por hora. Y aquí siguen, jugando con el dios Eolo que lleva milenios desgastando las vieJas piedras de la Galicia marinera, llena de historias y de leyendas.

Archivado En