Los tamiles queman vivos a 5 soldados indios capturados

Las guerrillas tamiles prendieron ayer fuego a cinco soldados indios que habían capturado vivos en los últimos días de intensos combates en la península de Jaffna. La radio de Sri Lanka indicó que los tamiles colocaron neumáticos de automóviles ardiendo en el cuello de los soldados. "Mis hombres han frito a los indios", decía el líder de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam, Veluillai Prabhakaran, en un mensaje interceptado por la radio.Al menos 20 soldados indios murieron ayer al explotar una mina bajo el vehículo en que viajaban, cerca de Batticaloa, en el este de la isla, zona también re...

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Las guerrillas tamiles prendieron ayer fuego a cinco soldados indios que habían capturado vivos en los últimos días de intensos combates en la península de Jaffna. La radio de Sri Lanka indicó que los tamiles colocaron neumáticos de automóviles ardiendo en el cuello de los soldados. "Mis hombres han frito a los indios", decía el líder de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam, Veluillai Prabhakaran, en un mensaje interceptado por la radio.Al menos 20 soldados indios murieron ayer al explotar una mina bajo el vehículo en que viajaban, cerca de Batticaloa, en el este de la isla, zona también reivindicada por los Tigres, que pretenden crear un estado tamil independiente en el norte y este de Sri Lanka. Otros 30 soldados murieron en Jaffna en una operación de la guerrilla que ofrece una resistencia mayor de lo previsto por Nueva Delhi. El número de muertos en el lado indio asciende ya a 80 y se calculan en "varios cientos" los muertos de los 3.000 Tigres que se han atrincherado en Jaffna. Entre las víctimas civiles se cuentan 10 personas que, al parecer, fueron muertas con cuchillos y puñales en el este de la isla.

La actuación del cuerpo de paz indio, compuesto por unos 15.000 soldados, se debe a un acuerdo firmado en julio por los gobiernos de Colombo y Nueva Delhi para pacificar el área y en el que se incluía el desarme de la guerrilla tamil para mediados de agosto. La India trató, en un principio, de convencer a los Tigres de entregar las armas, pero el atrincheramiento de éstos y su continua violencia contra la mayoría cingalesa de Sri Lanka decidió la operación militar.

La paz imposible

Por su parte, los tamiles han acusado al cuerpo de paz -en el que se incluyen gurkas- de no facilitar las negociaciones, de tratar únicamente de acaparar el poder en la isla y de haber permitido el "asesinato sin piedad" de 100 civiles tamiles y de 200 civiles cingaleses. Según un sacerdote católico -los tamiles son hindúes y los cingaleses budistas, pero hay católicos en ambas etnias-, los soldados indios reaccionaron ayer con una violencia extrema a la explosión de la mina e incendiaron numerosas casas de tamiles en Batticaloa.

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Rotas todas las posibilidades de negociación, la India procedió al sitio de Jaffna con artillería pesada y carros de combate, mientras la Marina vigila las costas para impedir que los guerrilleros sean apoyados por mar por la numerosa población tamil que puebla el sur de la India.

Los combates han obligado a más de 375.000 personas a buscar refugio fuera de sus casas, en las zonas protegidas por los indios. Sin embargo, casi la mitad de los 400.000 habitantes de Jaffna optaron por permanecer en la ciudad y comienzan a verse afectados por el hambre. Las tiendas de Jaffna están vacías y los víveres acumulados por las familias no bastarán para alimentarles dos días más. Toda la península está privada de suministro eléctrico desde el domingo. La situación en el este de Sri Lanka es también dramática.

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