Craxi, nuevo defensor de los derechos y aspiraciones de los católicos italianos

Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), con su repentino acercamiento al Vaticano parece querer presentarse ante el Papa y ante los obispos como el nuevo defensor de los derechos y aspiraciones de los católicos italianos, para desbancar en este delicado problema a la Democracia Cristiana.

La postura de Craxi ha sido esta semana objeto de estudio de los dos de los principales semanarios italianos: L'Espresso, que habla de "Operación sacrosanta", y Panorama, que abre con un artículo titulado Socialistas de Dios.Esta última revista revela un d...

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Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), con su repentino acercamiento al Vaticano parece querer presentarse ante el Papa y ante los obispos como el nuevo defensor de los derechos y aspiraciones de los católicos italianos, para desbancar en este delicado problema a la Democracia Cristiana.

La postura de Craxi ha sido esta semana objeto de estudio de los dos de los principales semanarios italianos: L'Espresso, que habla de "Operación sacrosanta", y Panorama, que abre con un artículo titulado Socialistas de Dios.Esta última revista revela un documento secreto de los socialistas, destinado, al parecer, a la Conferencia Episcopal Italiana y preparado por Gennaro Acquaviva, senador católico, considerado como el embajador socialista ante el Vaticano, brazo derecho de Craxi y que había sido la figura clave para la aprobación del concordato durante la presidencia de Craxi.

El documento dice que los socialistas están profundamente "contrariados y amargados" por la actitud que la Iglesia tomó en las elecciones de junio, cuando apoyó a la Democracia Cristiana, lo que consideran como una "grave injusticia".

El documento afirma asimismo que los socialistas, además de ser los "protagonistas del nuevo concordato", han mantenido una política durante los últimos 30 años que ha tratado de " asegurar a Italia gobiernos libres y democráticos, garantes de la libertad de todos y, por tanto, de la Iglesia y de sus organizaciones".

"Fueron los socialistas y no la Democracia Cristiana quienes se opusieron a la ideología y a la cultura marxista", destaca el documento, que alaba el influjo que el PSI ha tenido en la defensa de la familia, de la vida social y del " valor fundamental de la espiritualidad", y que lamenta de que estos "méritos" no hayan tenido un reconocimiento "justo" de la Iglesia.

El PSI ofrece al Vaticano replantear ciertas leyes que la Iglesia ha combatido en el pasado y que los socialistas actualmente dudan de que "respondan a las necesidades de los ciudadanos".

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