UGT acusa a Solchaga de romper el acuerdo que Guerra había alcanzado con el sindicato

El Comité Confederal de UGT reprobó ayer al Gobierno por cambiar "unilateralmente" el principio de acuerdo al que había llegado el vicepresidente Alfonso Guerra con el sindicato, el pasado 7 de octubre, sobre cobertura de desempleo, pensiones, funcionarios y fiscalidad. Según dirigentes de UGT, la oposición del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, fue determinante para el cambio de actitud. Fuentes de la oficina del portavoz del Gobierno mostraron "extrañeza" por el hecho de que UGT hable de incumplimiento de un acuerdo que "no llegó a materializarse".

Un comunicado hecho ...

El Comité Confederal de UGT reprobó ayer al Gobierno por cambiar "unilateralmente" el principio de acuerdo al que había llegado el vicepresidente Alfonso Guerra con el sindicato, el pasado 7 de octubre, sobre cobertura de desempleo, pensiones, funcionarios y fiscalidad. Según dirigentes de UGT, la oposición del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, fue determinante para el cambio de actitud. Fuentes de la oficina del portavoz del Gobierno mostraron "extrañeza" por el hecho de que UGT hable de incumplimiento de un acuerdo que "no llegó a materializarse".

Un comunicado hecho público al término de la reunión del comité confederal dice textualmente: "El comité confederal reprueba la decisión del Gobierno de cambiar radical y unilateralmente el principio de acuerdo a que había llegado con UGT el pasado 7 de octubre sobre cobertura de desempleo, pensiones, funcionarios y fiscalidad. En este sentido, UGT reitera su firme decisión de seguir defendiendo los intereses de esos colectivos, y exige que se mantenga el citado acuerdo".En esa reunión negociadora, celebrada en la Moncloa, participaron el vicepresidente, Alfonso Guerra, y los ministros de Trabajo y para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia y Manuel Chaves, respectivamente. Paulino Barrabés y Apolinar Rodríguez fueron los representantes del sindicato. Según relató ayer Barrabés, llegaron a una serie de acuerdos con el Gobierno, y al día siguiente se dio marcha atrás con la presentación gubernamental de otra oferta "peor en el fondo y en la forma".

Dirigentes del sindicato aseguraron que, tras la sesión del pasado miércoles, los negociadores celebraron una reunión con la ejecutiva, presidida por Nicolás Redondo, y acordaron llamar al vicepresidente del Gobierno para comunicarle su parecer favorable. Según estas fuentes, Guerra indicó que el presidente del Gobierno, Felipe González, estaba de acuerdo. "Si horas después cambian de actitud tenemos que pensar que los números de Guerra, Almunia y el vicepresidente no son los mismos que los de Solchaga, y que los de éste prevalecieron", afirmaron las fuentes sindicales.

En el acuerdo frustrado se establecía para los funcionarios un incremento general del 4%, más un fondo equivalente a una subida hasta el 5,5% en los colectivos cuyas retribuciones no se incrementan por otras causas; un incremento de un 11,6% para las pensiones asistenciales, y el aumento del 4% de la masa de pensiones más 1 o 1,5 puntos a redistribuir según niveles de pensionistas. Según UGT, en la conversación telefónica posterior con Guerra de la noche del miércoles se acordó definitivamente que se destinasen a la redistribución 1,5 puntos. En cuanto a la cobertura de desempleo, se preveía un aumento del colectivo a proteger, y en fiscalidad, modificaciones en la tarifa del impuesto sobre la renta.

En cambio, en la propuesta nueva -con una nota a pie de página en la que se dice: "La presentación debe ser rigurosamente ésta"- se destina "una cantidad aproximada de 20.000 millones de pesetas" para mejorar las pensiones más desfavorecidas, cuando en UGT se calcula que con la oferta anterior se llegaría a los 40.000. La mención al 1,5% a redistribuir para las pensiones desaparece en la nueva oferta.

Nicolás Redondo calificó ante la Prensa la actual situación de "paradójica", al tiempo que se preguntó quién era el culpable de la conflictividad social. Redondo afirmó que los parlamentarios con cargos en UGT tendrán "un comportamiento sensible con el planteamiento sindical" al votar los presupuestos.