Cartas al director

Derrota de Puente Ojea

Cuando se produjo el nombramiento de Puente Ojea como embajador de España ante la Santa Sede muchos quedamos impresionados. Podía darse la posibilidad de que el nombramiento fuera un acto de valentía política (teniendo en cuenta la doble condición del embajador de agnóstico y marxista), o la de que fuera un acto torpe o de inoportunidad, algo que debía rechazarse por ser simple o estúpido. Pero lo cierto es que Puente Ojea ha sido destituido y Exteriores alude en justificaciones a "razones de eficacia", lo que supone un claro desprestigio para este profesional de la diplomacia.No se ha demostr...

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Cuando se produjo el nombramiento de Puente Ojea como embajador de España ante la Santa Sede muchos quedamos impresionados. Podía darse la posibilidad de que el nombramiento fuera un acto de valentía política (teniendo en cuenta la doble condición del embajador de agnóstico y marxista), o la de que fuera un acto torpe o de inoportunidad, algo que debía rechazarse por ser simple o estúpido. Pero lo cierto es que Puente Ojea ha sido destituido y Exteriores alude en justificaciones a "razones de eficacia", lo que supone un claro desprestigio para este profesional de la diplomacia.No se ha demostrado nada que haga pensar en su incompetencia. ¿Qué ha ocurrido entonces? Pienso que el anuncio de un divorcio ha tenido mucho que ver, y el siempre imprevisible poder de la Iglesia se ha hecho notar. Pienso que este choque Iglesia versus-Gobierno lo ha perdido el Ejecutivo con claridad. Me explico: si como dice Exteriores las razones del cese son "razones de eficacia", el Ejecutivo debe reconocer que se equivocó con el nombramiento o, peor aún, que

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no ha sido consecuente con aquella "valentía inicial".

Entiendo que la política en general y las relaciones entre poderes son complicadas, pero entiendo también que acontecimientos como éste no deben llevar "la firma" de un Gobierno socialista.-

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