Duarte propone perdón y olvido para obtener la paz

El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, propuso el perdón y el olvido como base para el diálogo y la reconciliación nacional en su país. En el segundo día de conversaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreños, Duarte presentó ayer un plan de tres puntos, basado en el perdón de todos los delitos de carácter político cometidos en el pasado, para la consecución de un acuerdo de paz con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

La respuesta de la guerrilla y el contenido concreto de las conversaciones no se conocían ayer a la hora ...

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El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, propuso el perdón y el olvido como base para el diálogo y la reconciliación nacional en su país. En el segundo día de conversaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla salvadoreños, Duarte presentó ayer un plan de tres puntos, basado en el perdón de todos los delitos de carácter político cometidos en el pasado, para la consecución de un acuerdo de paz con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

La respuesta de la guerrilla y el contenido concreto de las conversaciones no se conocían ayer a la hora de cerrar esta edición, ya que ambas partes se habían comprometido a no hacer declaraciones a la Prensa hasta que esta ronda de negociaciones, la tercera que mantiene Duarte con los alzados en armas, concluya.El único portavoz autorizado, el obispo Gregorio Rosa Chávez, declaró ayer que las conversaciones estaban desarrollándose en "un clima de cordialidad y respeto". Las reuniones se celebran a puerta cerrada en la sede de la nunciatura, en San Salvador, e interviene como mediador el arzobispo de esa capital, Arturo Rivera y Damas.

Participan, por parte de la guerrilla, cuatro dirigentes políticos del Frente Democrático Revolucionario (Guillermo Ungo, Rubén Zamora, Héctor Oquelí y Jorge Villacorta) y cuatro comandantes del FMLN (Shafic Handal, Jorge Meléndez, Leonel González y Facundo Guardado). Cinco de ellos pernoctan y mantienen reuniones de trabajo en la Embajada de España en El Salvador, cuyo titular es Fernando Alvarez de Miranda.

El presidente Duarte está acompañado por el general Eugenio Vides Casanova y el coronel Reinaldo López (ministro y viceministro de Defensa, respectivamente); los dirigentes democristianos Julio Adolfo Rey Prendes (ministro de Comunicaciones), Fidel Chávez Mena (ministro de Planificación) y Abraham Rodríguez; el dirigente obrero Luis Grande, y el empresario Federico Block.

El vicepresidente, Rodolfo Castillo, informó que Napoleón Duarte había presentado un plan de tres puntos: el perdón y el olvido de los delitos anteriores, el rechazo de la violencia como premisa para la paz y el cumplimiento de los acuerdos de Esquipulas 2. Según fuentes próximas a la reunión, hubo acuerdo para que estos temas figuraran como los puntos centrales del orden del día. La guerrilla, por su parte, anunció que insistiría en "las propuestas para la humanización de la guerra".

Pese a que el inicio de las conversaciones fue muy tenso por las dificultades encontradas por dos de los comandantes guerrilleros para llegar hasta San Salvador, ayer se respiraba cierto optimismo entre los medios diplomáticos que ha contribuido a la realización del encuentro. El embajador español, que conversó con los representantes de la guerrilla después de la reunión del domingo, manifestó que los había encontrado "optimistas por haberse conseguido un clima de respeto mutuo". El mero hecho de que las conversaciones se alargasen durante todo el día de ayer fue ya interpretado positivamente después del cruce de acusaciones que había precedido a la reunión.

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Álvarez de Miranda manifestó que la intervención de España en estas negociaciones se limita a dotar a la guerrilla de la infraestructura necesaria para su trabajo en San Salvador.

El diálogo en Nicaragua

También en el marco del proceso de Esquipulas 2, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, inauguró ayer el diálogo entre su Gobierno y los 11 partidos de oposición legalizados. Estas conversaciones, de cuyo desarrollo ayer no se tenía noticias, no le parecen suficientes al Gobierno de Estados Unidos, que ayer acusó a Nicaragua del incumplimiento de Esquipulas 2 por negarse a abrir negociaciones con los dirigentes de la contra, la guerrilla antisandinista, que combate al Gobierno de Managua con financiación norteamericana.El secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Elliot Abrams, primer responsable de la política centroamericana de la Administración de Ronald Reagan, declaró ayer que Nicaragua no está cumpliendo el acuerdo porque no ha seguido los pasos de los Gobiernos de El Salvador y Guatemala, que han iniciado conversaciones de paz con sus respectivas guerrillas.

Abrams explicó, en una conferencia de prensa vía satélite con periodistas europeos, que el acuerdo de Esquipulas 2 es un todo armónico, y que no pueden cumplirse algunos de sus apartados y otros no. En este sentido dijo que, aunque los nicaragüenses pueden disfrutar ahora de "alguna mayor libertad" gracias a las medidas tomadas por el Gobierno, "hay una parte central del acuerdo, la incorporación de los que luchan desde fuera, que los sandinistas no han tratado".

El Gobierno guatemalteco advirtió ayer que el encuentro que mañana mantendrá en Madrid con la guerrilla es sólo un primer contacto, porque aún no se ha tornado la decisión política de abrir un diálogo. Las conversaciones "no constituyen el inicio del diálogo, sino sencillamente una aproximación", declaró Julio Santos, portavoz del presidente Vinicio Cerezo.

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