Protesta en Móstoles ante las deficiencias de un colegio público

Los padres de alumnos del colegio público Fausto Fraile de Móstoles impidieron el paso a las aulas de sus hijos en protesta por las múltiples deficiencias que padece este centro, construido hace 14 años de forma provisional. Cada curso el Ayuntamiento debe hacer frente a un sinfín de pequeñas reparaciones en la calefacción, tejados, tuberías o vallas. "Un dinero malgastado" a juicio del concejal de Educación, Andrés Martín.

Los padres no cambiarán de actitud hasta que técnicos del Ministerio certifiquen que no existe peligro de hundimiento y llegue el mobiliario nuevo en sustitución...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los padres de alumnos del colegio público Fausto Fraile de Móstoles impidieron el paso a las aulas de sus hijos en protesta por las múltiples deficiencias que padece este centro, construido hace 14 años de forma provisional. Cada curso el Ayuntamiento debe hacer frente a un sinfín de pequeñas reparaciones en la calefacción, tejados, tuberías o vallas. "Un dinero malgastado" a juicio del concejal de Educación, Andrés Martín.

Los padres no cambiarán de actitud hasta que técnicos del Ministerio certifiquen que no existe peligro de hundimiento y llegue el mobiliario nuevo en sustitución del actual, que tiene más de 15 años. Ya el colegio inauguró sus clases con mesas y sillas procedentes de otros centros. La Dirección Provincial de Educación sólo ha mandado 80 sillas, mientras que están matriculados 300 alumnos. Hace cuatro meses el colegio sufrió una inundación en uno de sus pabellones a causa de la rotura de una tubería. Los padres no admitirán la solución dada por Educación de invertir 10 millones en reformas ya que la única solución posible para ellos es la construcción de un nuevo centro.

Problemas en Alcalá

Por otro lado, los 700 alumnos del colegio público Zulema, de Alcalá de Henares, tendrán que esperar "un tiempo indefinido" para poder empezar el curso. El consejo escolar del centro decidió no comenzar las clases hasta que no finalicen las obras de reparación de los daños que produjeron en el colegio las tormentas caídas en el mes de julio, cuando se estaban reparando las cubiertas del edificio, informa Luz Sánchez Mellado. Los alumnos del colegio Pío Baroja, de Coslada, se encontraron ayer con el patio del centro intransitable por los materiales depositados en él, además de varias aulas sin mesas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En