La Iglesia católica recibirá desde 1988 un porcentaje del impuesto sobre la renta

La ley de Presupuestos Generales del Estado para 1988 establecerá, por vez primera en nuestro país, que un porcentaje del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) sea destinado a la Iglesia católica, en cumplimiento del acuerdo sobre asuntos económicos suscrito entre la Santa Sede y España el 3 de enero de 1979. En virtud de este acuerdo, los ciudadanos que lo deseen podrán indicar en su declaración de la renta que el 0,5239% de la cuota íntegra que resulte sea destinado por el Ministerio de Hacienda a la Iglesia católica.

No se trata de un recargo -como ocurre en la RFA o...

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La ley de Presupuestos Generales del Estado para 1988 establecerá, por vez primera en nuestro país, que un porcentaje del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) sea destinado a la Iglesia católica, en cumplimiento del acuerdo sobre asuntos económicos suscrito entre la Santa Sede y España el 3 de enero de 1979. En virtud de este acuerdo, los ciudadanos que lo deseen podrán indicar en su declaración de la renta que el 0,5239% de la cuota íntegra que resulte sea destinado por el Ministerio de Hacienda a la Iglesia católica.

No se trata de un recargo -como ocurre en la RFA o Austria-, sino de la posibilidad que puede expresar cada contribuyente de que un porcentaje de sus impuestos se destine a sostener la Iglesia católica.Ricardo Zalacain, director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, declaró ayer que el acuerdo de 1979 con la Iglesia establecía que durante los tres primeros años tras la firma se mantendría la dotación directa en los presupuestos y que en 1987 ha sido de 13.354 millones de pesetas. A partir de ese tercer año, el Estado podría "asignar a la Iglesia católica un por,centaje del rendimiento de la imposición sobre la renta, o el patrimonio neto u otra de carácter personal, por el procedimiento técnico más adecuado".

Zalacain explicó que se ha optado por el IRPF por ser el de carácter más general para los ciudadanos y, por tanto, el menos discriminatorio. Dijo también que se pone en marcha el procedimiento recaudatorio para la Iglesis católica por ser la única confesión con la que existe este género de acuerdo. Además, protestantes yjudíos han expresado públicamente su rechazo a este tipo de ayudas económicas.

Aunque el Ministerio de Hacienda desarrollará las normas concretas para satisfacer este acuerdo, Zalacain afirmó que los contribuyentes podrán decir expresamente que se destine a la Iglesia católica el 0,5239% de la cuota íntegra de su declaración, o bien que se destine "a otros fines", que serán específicarnente "asistenciales, culturales o educativos". También podrá el con tribuyente no rellenar ese aparta do de la declaración, y entonce ese mismo porcentaje se destina rá al apartado de "otros fines".

Respeto a la intimidad

Zalacain rechazó ayer que este sistema suponga una violación de la garantía que establece el artículo 16 de la Constitución para que nadie pueda ser obligado a declarar sus creencias, ya que según dijo, a nadie se le obligan a rellenar ese apartado en su declaración, y el que lo haga voluntariamente "tampoco dice que es católico, sino simplemente que desea que un tanto por ciento de su dinero se destine a la Iglesia católica".El porcentaje lo ha calculado Hacienda con una proyección estimativa que cubra la cantidad que se venía asignando a la Iglesia católica en los presupuestos. De cualquier forma, el acuerdo de 1979 establece que durante los tres primeros años de vigencia del nuevo sistema el Estado cubrirá con aportación directa de los presupuestos la cantidad que hubiera dejado de recaudarse y que le correspondería con la fórmula actual. Pasados esos tres años, sólo recibirá lo que se recaude por vía del impuesto.

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