Fracasa la campaña para prevenir el SIDA entre las prostitutas suecas

La campaña iniciada la pasada primavera por las autoridades sanitarias suecas encargadas de la lucha contra el SIDA, entre uno de los grupos de mayor riesgo, el de la prostitución, no ha arrojado ningún resultado positivo, según han manifestado fuentes del gobierno y de la policía.

Los clientes desechan los preservativos y prefieren pagar una suma extra por un coito sin condón, de acuerdo con las declaraciones del asistente social Olle Karlsson, del grupo de la administración social que atiende el problema de las prostitutas. No tienen en cuenta que entre el 10% y el 15% de las pros...

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La campaña iniciada la pasada primavera por las autoridades sanitarias suecas encargadas de la lucha contra el SIDA, entre uno de los grupos de mayor riesgo, el de la prostitución, no ha arrojado ningún resultado positivo, según han manifestado fuentes del gobierno y de la policía.

Los clientes desechan los preservativos y prefieren pagar una suma extra por un coito sin condón, de acuerdo con las declaraciones del asistente social Olle Karlsson, del grupo de la administración social que atiende el problema de las prostitutas. No tienen en cuenta que entre el 10% y el 15% de las prostitutas que frecuentan las calles céntricas de Estocolmo y que las autoridades estiman en unas 200, son portadoras del virus.

Entre ellas se encuentran desde estudiantes que buscan por esa vía aumentar sus ingresos hasta drogadictas que necesitan disponer de mucho dinero para la compra de la droga. No hay cifras del número de otras formas de prostitución no callejeras que se ejercen por la vía de grandes hoteles y clientela preferentemente extranjera y otros medios más privados, pero se estima que es muy superior.

Las autoridades habían desarrollado una campaña en las calles frecuentadas por las prostitutas, preferentemente sobre la base de anuncios que apelaban a la conciencia de los clientes, pero, según todos los indicios y de acuerdo con las declaraciones de la policía, esta campaña no ha tenido éxito. "Por el contrario, lo único que se ha conseguido", dice el mencionado asistente social, "es que algunas chicas portadoras del virus hayan caído en un peligroso estado de angustia".

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