Intelhorce, condenada a pagar 230 millones de pesetas por haber utilizado el muestrario de la empresa o de Teodoro Prat

A 230 millones de pesetas asciende la indemnización que deberá satisfacer la empresa textil Intelhorce, y dos de sus antiguos diiectivos, a otra firma del sector, Hijo de Teodoro Prat, por haber utilizado la primera el muestrario de la segunda. La sentencia, que protege el derecho a la propiedad industrial de la empresa los muestrarios elaborados en la misma, y que fueron puestos a disposición de su competencia por un antiguo directivo de Teodoro Prat contratado posteriormente por Intelhorce, ha sido dictada por el magistrado-juez de Primera Instancia de Barcelona, Julio Ramón Sánchez Lópe...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A 230 millones de pesetas asciende la indemnización que deberá satisfacer la empresa textil Intelhorce, y dos de sus antiguos diiectivos, a otra firma del sector, Hijo de Teodoro Prat, por haber utilizado la primera el muestrario de la segunda. La sentencia, que protege el derecho a la propiedad industrial de la empresa los muestrarios elaborados en la misma, y que fueron puestos a disposición de su competencia por un antiguo directivo de Teodoro Prat contratado posteriormente por Intelhorce, ha sido dictada por el magistrado-juez de Primera Instancia de Barcelona, Julio Ramón Sánchez López, y recurrida por los condenados.La sentencia ahora dictada culmina la historia de un conflicto económico denso y sustancioso. Hijo de Teodoro, SA, empresa de tejidos que echa sus raíces en 1831, contrató como directivo, en 1966 a José María Carbonell. Éste ejerció hasta 1980 como director comercial de la compañía y como directivo de sus filiales comerciales Pratex, SA, y Pratexco, SA, hasta que fue contratado como comercial de la competidora Intelhorce. La crisis de la demanda provocó en 1980 la suspensión de pagos de Hijo de Teodoro Prat, hoy ya levantada.

En esos momentos, surgieron indicios de que Intelhorce, SA, empresa pública competidora de la anterior, disponía del muestrario de ésta y lo exhibía a sus clientes. Una denuncia interpuesta por Teodoro Prat por presunta apropiación indebida, falsedad y competencia desleal provocó el procesamiento del representante legal de Intelhorce y de José María Carbonell, aunque, a petición del fiscal, el caso quedó sobreseído.

Pero como resultado de la denuncia, se había llevado a cabo un registro en la oficina barcelonesa de Intelhorce. La comisión del juzgado y los peritos encontraron en ella más de 200 muestras correspondientes a los muestrarios de Teodoro Prat. Basándose en eso, esta empresa presentó reclamación de daños y perjuicios por lo civil.

Este es el procedimiento que ahora ha culminado en la sentencia que condena solidariamente a Intelhorce, a su antiguo consejero-delegado José Antonio Montserrat y a su ex directivo comercial José María Carbonell, a indemnizar a Hijo de Teodoro Prat, SA, con 230 millones de pesetas, la tercera parte de lo que reclamaba dicha firma.

Propiedad intelectual

La tramitación judicial ha ofrecido algunos aspectos novedosos en cuanto a la protección de la propiedad intelectual, la imputación de daños y perjuicios, y la causalidad entre los hechos y sus consecuencias.La sentencia dictada considera que los muestrarios confeccionados en una empresa, aunque hayan sido elaborados por profesionales que prestan servicios en la misma, pertenecen a la firma. El juez estima "la trascendente importancia del muestrario en la vida de un negocio o industria, destaca el "alto coste y complejidad de la fabricación" del mismo y concluye que ésta exige una "elevada aportación económica, un equipo de varias personas y el marco de una empresa", por lo que resulta "la imposibilidad de mantener seriamente que la propiedad" de las muestras era del antiguo director comercial pasado a la competencia.

En la decisión del juez de que corresponde una compensacíón por los daños y perjuicios -figura para cuya aplicación la jurisprudencia española se muestra muy prudente-, pesa "el nexo causal", que se pone de manifiesto "por la misma naturaleza del acto ilícito del apoderamiento y disposición por los demandados de los rnuestrarios y listado".

Los demandados han recurrido contra la ejecución provisional de la sentencia.

Archivado En