Cartas al director

Enpetrol y el voto a HB

El atentado a las instalaciones de Enpetrol, reivindicado por ETA, sólo me merece una condena sin paliativos. Quiero dejar constancia de ello como la dejé, en su día, de mi voto a favor de Herri Batasuna en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. No es poniendo en -peligro o aterrorizando a la población como se puede consolidar y aumentar la solidaridad de los demás pueblos con la lucha nacional del pueblo vasco. Mi condena, por desgracia, no servirá para solucionar el problema de Euzkadi, porque está arraigado en una injusticia nacional que es preciso resolver urgentemente. Por eso voté...

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El atentado a las instalaciones de Enpetrol, reivindicado por ETA, sólo me merece una condena sin paliativos. Quiero dejar constancia de ello como la dejé, en su día, de mi voto a favor de Herri Batasuna en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. No es poniendo en -peligro o aterrorizando a la población como se puede consolidar y aumentar la solidaridad de los demás pueblos con la lucha nacional del pueblo vasco. Mi condena, por desgracia, no servirá para solucionar el problema de Euzkadi, porque está arraigado en una injusticia nacional que es preciso resolver urgentemente. Por eso voté HB. Y pensaba entonces, y pienso ahora, que es de ciegos confundir, ese voto con un voto a ETA.No se trata de lavarse las manos ante lo sucedido ahora, sino de reiterar que los problemas políticos requieren una solución política, como lo demuesttan los mismos resultados electorales en Euzkadi. Problemas políticos que hubieran podido encontrar una vía política en la transición -sobre todo al elaborar la Constitución-, sin la ceguera de los políticos y la presión militar (en el curso del propio debate constitucional hubo propuestas -del vasco Letamendía y del catalán Xirinacs- que articulaban el ejercicio del derbcho a la autodipterminación). Otra ocasión perdida fue tras la victoria del PSOE, en 1982, cuando su amplia mayoría le permitía asumir una posición valiente para ir a la raiz del problema.

La solución (lo saben en Madrid y es bueno que se enteren desde ahora en Estrasburgo) pasa por la negociación de la alternativa KAS, que incluye -de forma parecida a como lo reclamaba también la Assemblea de Catalunya- el ejercicio del derecho a la autodeterminación, lo que no debía ser. tan antidemocrático cuando nosotros mismos lo defendíamos tan unitariamente. Un derecho, por otra parte, que ha sido ejercido hace pocos años en Quebec sin que provocara ningún tipo de tragedia.Humbert Roma de Asso.

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