Defensa y Aviación Civil investigan el accidente del helicóptero de la Erzaintza

Técnicos de Aviación Civil y del Ministerio de Defensa investigan desde ayer las causas que provocaron el siniestro del helicóptero Dauphine Sierra 365, adquirido por el Gobierno vasco y que prestaba servicios en la Ertzaintza, que se estrelló en la tarde del viernes contra un pequeño cerro en los lagos de Covadonga. La niebla que se cernía sobre la zona pudo resultar decisiva en la colisión.

Dos de los siete ocupantes del aparato, en el que no hubo supervivientes, fueron enterrados ayer en Asturias, y los otros cinco cadáveres, trasladados en dos aviones militares desde el aeropuer...

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Técnicos de Aviación Civil y del Ministerio de Defensa investigan desde ayer las causas que provocaron el siniestro del helicóptero Dauphine Sierra 365, adquirido por el Gobierno vasco y que prestaba servicios en la Ertzaintza, que se estrelló en la tarde del viernes contra un pequeño cerro en los lagos de Covadonga. La niebla que se cernía sobre la zona pudo resultar decisiva en la colisión.

Dos de los siete ocupantes del aparato, en el que no hubo supervivientes, fueron enterrados ayer en Asturias, y los otros cinco cadáveres, trasladados en dos aviones militares desde el aeropuerto de Asturias al de Foronda (Vitoria), donde fueron recibidos con honores por las autoridades vascas. El lehendakari José Antonio Ardanza asistió ayer a un funeral por José Ramón Renobales, copiloto del aparato siniestrado e hijo del senador del PNV Carmelo Renobales, que se celebró en la academia de la policía autónoma vasca, en Arkaute (Álava), informa J. M. Vitoria. Por su parte, el presidente del Principado, Ángel Díaz de Entres otros, declaró la jornada de ayer día de luto en la comunidad asturiana. El escolar ovetense en cuya búsqueda participaba el helicóptero continúa sin ser localizado.El aparato acababa de despegar de la vega de Enol cuando chocó frontalmente contra el cerro de Sohornin mientras trataba de encontrar, según se cree, el collado de Les Veleres para dirigirse a Covadonga y a Cangas de Onís. Sea porque la niebla no permitió al piloto seguir visualmente la trayectoria correcta, sea por un fallo mecánico, el caso es que el aparato se estrelló contra el promontorio rocoso y se incendió.

El helicóptero de la Ertzaintza había sido ofrecido al Gobierno autónomo asturiano para colaborar en las tareas de búsqueda y rescate del niño Germán Quintana, de 13 años.

El Gobierno del Principado aceptó la propuesta, presumiblemente sin el conocimiento de Protección Civil, dependiente de la Delegación del Gobierno de Asturias, y desde el pasado martes el aparato y personal especializado de la policía vasca participaban en la búsqueda. En principio, la coordinación de las operaciones de rastreo corresponden a la Guardia Civil, que desde el lunes cuenta también con un helicóptero para ellas.

El piloto, Juan Carlos González Carralero, de 37 años, de origen asturiano, fue enterrado ayer en la localidad de El Pito (Cudillero), de donde procedía, aunque residía en el País Vasco. El coordinador de Protección Civil del Principado de Asturias, Corsino Suárez Miranda, de 30 años, también recibió sepultura en Barredos (Laviana). Los cadáveres del copiloto, José Ramón Renobales, y de los rastreadores especialistas Lourdes Verdes, Joseba Zabala, Luis Ángel Díez y Javier GaHastegui, fueron trasladados en dos aviones militares hasta Foronda, acompañados por sus familiares, que habían viajado a Oviedo la noche anterior, y por miembros del Gobierno vasco.

[Lurdes Verdes, Javier Gallastegui y Luis Ángel Díez eran militantes de Herri Batasuna. Este último estuvo procesado por supuesta pertenencia a ETA y fue absuelto].

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