El Ministerio de Industria estudia poner fin a la moratoria nuclear y la amortización de Lemóniz

El Ministerio de Industria y Energía ha iniciado un estudio de costes de las distintas opciones para poner término, antes de la subida de tarifas del próximo año, a la moratoria nuclear, en vigor desde hace cuatro años. El fin de la moratoria nuclear, que tendrá que ser decidida por el Gobierno y el Parlamento, supondrá previsiblemente la reanudación de las obras de la central nuclear de Valdecaballeros, el comienzo de la amortización de Lemóniz y el fin de¡ fondo de 3,9% de las compensaciones nucleares.

Aparte de los estudios que realiza el propio ministerio, las empresas eléctricas ha...

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El Ministerio de Industria y Energía ha iniciado un estudio de costes de las distintas opciones para poner término, antes de la subida de tarifas del próximo año, a la moratoria nuclear, en vigor desde hace cuatro años. El fin de la moratoria nuclear, que tendrá que ser decidida por el Gobierno y el Parlamento, supondrá previsiblemente la reanudación de las obras de la central nuclear de Valdecaballeros, el comienzo de la amortización de Lemóniz y el fin de¡ fondo de 3,9% de las compensaciones nucleares.

Aparte de los estudios que realiza el propio ministerio, las empresas eléctricas han comenzado hace unos días a elaborar de nuevo sus proyecciones financieras hasta 1992 con nuevos supuestos, sugeridos desde Industria en base al nuevo esquema de marco general que se estudia para el sector eléctrico.Dentro de estos supuestos se incluye la reducción del 3,9% al 1,4% o 1,2% del fondo de compensación nuclear que, con cargo a los ingresos por tarifas (algo más de un billón de pesetas anuales), el conjunto del sector eléctrico está obligado a separar de su cuenta de resultados para financiar la moratoria nuclear.

Fuentes ministeriales han confirmado la existencia de estos estudios, realizados por la denominada comisión tripartita (Unesa, Arthur Andersen y ministerio), pero han matizado que ni la fórmula final ni el momento del fin de la moratoria nuclear están decididos hasta este momento.

Las mismas fuentes reconocen que "algo tendrá que decidirse antes de final del año", ya que la normativa legal de la moratoria expira el 1 de enero de 1987, si bien la última orden de tarifas prolongó hasta la próxima subida el mantenimiento del 3,9%.

El Ministerio de Industria y Energía tiene ante sí varias alternativas. En concreto, se realizan estudios de coste sobre la continuación de las obras en uno o en los dos grupos de Valdecaballleros, la continuación de Trillo II, etcétera. Asimismo se analizan las repercusiones de obligar a Iberduero a amortizar uno o los dos grupos de Lemóniz.

Fórmulas técnicas

Según fuentes técnicas, existen básicamente dos fórmulas básicas para poner, término a la moratoria nuclear. La más sencilla, pero políticamente más difícil de justificar, es la reducción simple del coeficiente nuclear, que pasaría del 3,9% a 1,4%. Los fondos separados para este fin se reducirían, entonces, de 40.000 millones de pesetas anuales a 16.000 millones de pesetas.Esta medida se instrumentaría con la reanudación de las obras en la central nuclear de Valdecaballeros (grupos I y II) y la normalización de las obras en la central de Trillo II, con la idea de que este grupo pudiese conectarse avanzados los años noventa.

El problema, sin embargo, se plantearía en los dos grupos de Lemóniz, los otros dos afectados por la medida de paralización nuclear. Éstos últimos quedarían, de adoptarse esta fórmula, en moratoria, si bien ésta tendría lógicamente carácter parcial.

Probablemente, uno de los grupos permanecería bajo el eufemismo de la moratoria mientras que en el otro, Iberduero se vería forzada a amortizar la inversión durante un período que no superaría los 15 años (aproximadamente la mitad de la vida media de una instalación nuclear).

Costes diferidos

Los 16.000 millones percibidos cubrirían los intereses mientras que la recuperación del principal pasaría, teóricamente, por cuenta de resultados, con la posibilidad de que una parte se incluyese en el capítulo de costes diferidos que la Administración está dispuesta a instrumentar contablemente.La segunda fórmula que se estudia para poner fin a la moratoria de manera formal es, en el caso de Lemóniz, considerar estos grupos, a, efectos de compensaciones de producción y potencia, como instalaciones en funcionamiento.

Iberduero recibiría el mismo tratamiento económico que, con cargo a los ingresos por tarifas, perciben las centrales nucleares que suministran energía al sistema. Se estima que los ingresos percibidos serían del orden del 1,2% de las tarifas globales, es decir, unos 14/15.000 millones de pesetas. El resto de los costes financieros y amortización serían por cuenta de la sociedad, que, a la vez, vería reducida su aportación a las compensaciones que se realizan vía interempresas.

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