Henry PIumb hace profesión de fe europea

Presentado frecuentemente como un alter ego político de Margaret Thatcher, el nuevo presidente del Parlamento Europeo, sir Henry Plumb, ha discrepado a veces abiertamente con la primera ministra británica, aunque comparte globalmente su ideología conservadora y su enfoque restrictivo de la construcción europea. En su primer gran discurso oficial, Plumb se esforzó ayer por disipar esta imagen haciendo una profesión de fe europea.Plumb incitó a la Asamblea a "seguir adelante por el camino revolucionario que ha inspirado a nuestros antepasados" dijo, y sorprendió por la virulencia de sus críticas...

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Presentado frecuentemente como un alter ego político de Margaret Thatcher, el nuevo presidente del Parlamento Europeo, sir Henry Plumb, ha discrepado a veces abiertamente con la primera ministra británica, aunque comparte globalmente su ideología conservadora y su enfoque restrictivo de la construcción europea. En su primer gran discurso oficial, Plumb se esforzó ayer por disipar esta imagen haciendo una profesión de fe europea.Plumb incitó a la Asamblea a "seguir adelante por el camino revolucionario que ha inspirado a nuestros antepasados" dijo, y sorprendió por la virulencia de sus críticas a EE UU, cuyas "medidas comerciales pretenden asustarnos hasta la sumisión", afirmó.

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Nacido hace 61 años en el condado de Warwickshire, en una familia de hacendados, Plumb ha sido toda su vida agricultor, aunque critica la producción de excedentes. Descrito afectuosamente por sus compañeros de grupo como un gentleman farmer, el retrato del nuevo presidente es, según su adversario el radical italiano Marco Pannella, "digno de figurar en la National Gallery, y su escala de valores se asemeja bastante a la de Wall Street". "No será", vaticinó el diputado italiano, "el Cromwell de la Iglesia europea, pero sí un buen presidente thatcheriano".

Todos coinciden, sin embargo, en reconocer que en algunas ocasiones el recién elegido presidente ha planteado problemas a su primera ministra, abogando, por ejemplo, por la entrada de la libra esterlina en el Sistema Monetario Europeo (SME) o a propósito de la contribución británica al presupuesto de la Comunidad Europea.

Su fidelidad a la dama de hierro no le impidió ayer lamentar veladamente algunas limitaciones del Acta única -la primera gran reforma de la Comunidad que deberá entrar en vigor próximamente-, ni elogiar al presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, que el mes pasado polemizó con Margaret Thatcher ante el Parlamento Europeo.

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