Cartas al director

Cachondeo

Confieso ser duro de oído para la música y sin conocimientos musicales que pudiera impartir; asimismo, a lo sumo lograría garabatear sobre un papel. Como alumno de quinto curso de Filología Francesa en la universidad Complutense de Madrid, simplemente, quiero manifestar mi perplejidad ante el hecho de que la mayor parte del colectivo de profesores de francés (suplemento de Educación de EL PAÍS, 16 de diciembre de 1986) "tenga que elegir plazas, las únicas que oferta la Administración, entré otras asignaturas llamadas afines, como el dibujo o la música". Y llegado a este punto es donde m...

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Confieso ser duro de oído para la música y sin conocimientos musicales que pudiera impartir; asimismo, a lo sumo lograría garabatear sobre un papel. Como alumno de quinto curso de Filología Francesa en la universidad Complutense de Madrid, simplemente, quiero manifestar mi perplejidad ante el hecho de que la mayor parte del colectivo de profesores de francés (suplemento de Educación de EL PAÍS, 16 de diciembre de 1986) "tenga que elegir plazas, las únicas que oferta la Administración, entré otras asignaturas llamadas afines, como el dibujo o la música". Y llegado a este punto es donde me pregunto de qué afinidad se trata, pues dentro del anacrónico y absurdo programa de dicha carrera no encuentro nada semejante a estas asignaturas. ¿No será más bien que la educación en este país es un cachondeo?-

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