Volkswagen y Seat replantearán el reparto de las pérdidas de 1986

La reciente ampliación de capital de Seat suscrita por Volkswagen, por la que la empresa alemana consiguió el 75% de las acciones, ha sido tanto una demostración de la voluntad de cumplir el contrato de compra como una prueba de fuerza entre Volkswagen y el INI sobre el reparto de las pérdidas del presente ejercicio. El INI estaba interesado en la ampliación de la participación alemana para desentenderse de la marcha de Seat, empresa que ya no controlaba, pero en la que está obligado a asumir parte de sus pérdidas.

Volkswagen estaba interesada en la adquisición del nuevo paquete acciona...

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La reciente ampliación de capital de Seat suscrita por Volkswagen, por la que la empresa alemana consiguió el 75% de las acciones, ha sido tanto una demostración de la voluntad de cumplir el contrato de compra como una prueba de fuerza entre Volkswagen y el INI sobre el reparto de las pérdidas del presente ejercicio. El INI estaba interesado en la ampliación de la participación alemana para desentenderse de la marcha de Seat, empresa que ya no controlaba, pero en la que está obligado a asumir parte de sus pérdidas.

Volkswagen estaba interesada en la adquisición del nuevo paquete accionarial para sustentar de una forma total la responsabilidad de gestión, sin cortapisas de un socio minoritario que aún poseía derecho de veto en determinadas decisiones. Sin embargo, al margen de esta coincidencia de intereses para cerrar la operación, existe el obstáculo de la distribución de las pérdidas del presente ejercicio. En principio, el INI deberá abonar a Volkswagen una parte de las pérdidas en proporción a su participación en 1986.Las noticias relativas a un incremento de las pérdidas sobre las previsiones pueden estar alimentadas tanto por Volkswagen, para obtener una nueva inyección del INI, como por parte del INI para forzar a Volkswagen a cumplir con lo que se ha denominado un "pacto de caballeros".

Posible regateo

El hecho de haberse cumplido la ampliación sin contrapartidas no quiere decir que no se vaya a producir un regateo sobre la cuota que el INI deba aportar por las pérdidas de la sociedad durante 1986. Dado que la gestión de la sociedad escapa ya al control del INI, la cifra de las pérdidas del presente ejercicio puede tener un carácter más político que contable. En consecuencia, podrían estar hinchadas en interés de la cuenta de resultados del grupo Volkswagen o podrían relativizarse en interés del INI para reducir sus compromisos.Seat asegura que se están cumpliendo todas las previsiones, a pesar de que las pérdidas previsibles de 1986 superen ampliamente los 13.000 millones de pesetas que figuraban en los objetivos del presente año en el momento de la firma de la venta de Seat a Volkswagen. El mantenimiento de un alto nivel de pérdidas debe achacarse, según fuentes directivas de la sociedad, a diversas causas. Por una parte, las ventas del mercado interior no han aumentado según las previsiones, lo que ha ralentizado los incrementos de producción. También la existencia de una plantilla superior en 500 trabajadores a la que estaba programada ha condicionado los resultados. Otros factores negativos han sido el incremento en más de un punto de la inflación prevista y el encarecimiento de las compras. Esta multiplicidad de factores, no es, según los dirigentes de la sociedad, un elemento de desánimo sobre los objetivos previstos, ni siquiera de aplazamiento de la programación esbozada en el momento de la fusión con Volkswagen, que, por el momento, no han sido modificados en sus extremos.

Por otra parte, las negociaciones entre el Gobierno navarro y Seat, que han sido calificadas como óptimas por la Administración foral, no están cerradas todavía. Mientras Volkswagen quiere saber el monto total de las subvenciones que concederá el Ejecutivo navarro, éste desea conocer con exactitud la cuantía de las inversiones previstas para Landaben.

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