Los estudiantes de Shanghai anuncian nuevas protestas

Las autoridades de Pekín hicieron el miércoles, a través de los altavoces de la universidad de Beida, llamamientos para que vuelvan a sus clases a los miles de estudiantes que el martes se solidarizaron en la capital con las protestas a favor de una mayor democratización iniciadas por sus compañeros de Shanghai. Estas advertencias coincidieron con el anuncio de nuevas manifestaciones efectuado por los universitarios de esta última ciudad.

Cerca de un millar de estudiantes se lanzaron a la calle el mismo miércoles en Tiajin, 120 kilómetros al este de Pekín, para apoyar una ola de reivind...

Las autoridades de Pekín hicieron el miércoles, a través de los altavoces de la universidad de Beida, llamamientos para que vuelvan a sus clases a los miles de estudiantes que el martes se solidarizaron en la capital con las protestas a favor de una mayor democratización iniciadas por sus compañeros de Shanghai. Estas advertencias coincidieron con el anuncio de nuevas manifestaciones efectuado por los universitarios de esta última ciudad.

Cerca de un millar de estudiantes se lanzaron a la calle el mismo miércoles en Tiajin, 120 kilómetros al este de Pekín, para apoyar una ola de reivindicaciones que se extiende paulatinamente por todo el país.Fuentes estudiantiles afirmaron el miércoles en Shanghai que las negociaciones entre sus representantes y los dirigentes de la facultad de Comunicaciones -centro clave en las protestas registradas la pasada semana en el recinto universitario de esta ciudad- se hallan estancadas tras la negativa de ambas partes a efectuar concesiones en sus exigencias.

Según estas fuentes, los estudiantes han decidido preparar nuevas protestas tras el rechazo de las autoridades a que sus representantes celebren negociaciones directas con el alcalde de Shanghai. Los estudiantes afirmaron que las autoridades exigen como condición para que se celebren estas negociaciones la rendición de los agitadores involucrados en los enfrentamientos con la policía registrados en Shanghai el pasado fin de semana.

Según la agencia Nueva China, 31 policías fueron golpeados por los manifestantes el pasado domingo durante lo que los observadores han calificado como la mayor protesta china de los últimos años a favor de una mayor dernocratización del país. Los estudiantes niegan, por su parte, ser responsables de estas agresiones.

Las autoridades de la universidad de Pekín -donde unas 3.000 personas participaron el miércoles en la primera manifestación estudiantil celebrada en la capital china- advirtieron sobre eventuales represalias contra "comportamientos anticonstitucionales".

Un portavoz de las autoridades universitarias declaró el miércoles que seis agitadores han sido identificados y que no hay que excluir la presencia de elementos malos entre los estudiantes. Dicho portavoz advirtió que los directivos de la universidad de Pekín "adoptarán medidas" y "pondrán fin a los comportamientos que se oponen a la Constitución y atentan al interés público".

Por su parte, fuentes estudiantiles en Pekín describieron la calma existente el miércoles en los recintos universitarios de la capital como "el agua que está tranquila en la superficie y está turbia en el fondo". Según estas fuentes, las actuales protestas estudiantiles no constituyen un movimiento, sino una oportunidad para expresar sus sentimientos y su descontento.

A las advertencias de las autoridades, se unieron el mismo miércoles los llamamientos a la calma efectuados por dos importantes académicos chinos, el físico Zhou Pelyuan y el economista Tao Dayong. Ambos afirmaron, en unas declaraciones publicadas por el Diario de Pekín, que sólo un país unido y estable podrá lograr su objetivo de modernizar la economía.

"Tengo 84 años y una gran experiencia de la historia", afirma Zhou Peiyuan en su llamamiento. "Nuestro país ha tenido que vivir experimentos y errores y pagar un alto precio para hallar su camino hacia el socialismo; los estudiantes deberían hacer el mejor uso posible de la excelencia de la situación actual", añade.