Bandrés acusa al Gobierno vasco de falsear la crisis económica

Euskadiko Ezkerra dio a conocer ayer datos extraídos del Plan de Desarrollo Regional entregado por el Gobierno vasco a las autoridades de la CE, que contradicen, en lo fundamental, el diagnóstico de la crisis efectuado a lo largo de la campaña electoral por los dirigentes del PNV y por el propio Gobierno vasco. El presidente de EE y candidato a lendakari, Juan María Bandrés, afirmó ayer en San Sebastián que estos datos prueban que el Gobierno vasco ha falsificado la realidad de la crisis económica y permiten descalificar las reiteradas declaraciones en las que el lendakari José A...

Euskadiko Ezkerra dio a conocer ayer datos extraídos del Plan de Desarrollo Regional entregado por el Gobierno vasco a las autoridades de la CE, que contradicen, en lo fundamental, el diagnóstico de la crisis efectuado a lo largo de la campaña electoral por los dirigentes del PNV y por el propio Gobierno vasco. El presidente de EE y candidato a lendakari, Juan María Bandrés, afirmó ayer en San Sebastián que estos datos prueban que el Gobierno vasco ha falsificado la realidad de la crisis económica y permiten descalificar las reiteradas declaraciones en las que el lendakari José Antonio Ardanza ha anunciado la estabilización del empleo en Euskadi y el incremento de puestos de trabajo a partir del próximo año."El Gobierno vasco", señaló Bandrés, "ha engañado al pueblo y al Parlamento, afirmando que se ha iniciado el despegue económico, cuando la realidad es que se seguirá destruyendo empleo en Euskadi hasta 1990". El plan de desarrollo regional entregado a la CE prevé para los próximos años y hasta 1990 un aumento del desempleo.

Bandrés afirmó que el comportamiento del Gobierno vasco responde a la actitud del "doble lenguaje" que a su juicio ha caracterizado la gestión del Ejecutivo autónomo.

El presidente de EE señaló que a lo largo de estos siete años de gestión el PNV no ha sabido aplicar una verdadera política de empleo ni de relanzamientó industrial y que ha optado por repartir el dinero sin criterios rigurosos; procurando contentar a los medios económicos situados bajo su influencia. Respaldó estas palabras citando, "como un ejemplo más entre otros", el caso de una empresa de Gernika que recibió subvenciones por encima de los 100 millones de pesetas y que seis meses después cerró sus puertas.