Fiel Molotov
La crónica de su corresponsal en Moscú, a propósito del fallecimiento de Molotov, me ha parecido perfectamente normal a tenor de lo escrito por Pilar Bonet desde que desempeña esa corresponsalía. No puede publicarse nada más negativo con respecto a un personaje histórico de la relevancia de Molotov, a quien se pretende descalificar, esa es la intención, con el propio titular del artículo: Muere Molotov, fiel colaborador de Stalin.
Pero el colmo de la intencionalidad premeditada es decir que el tratado de no agresión con la Alemania nazi, conocido como pacto Ribentrop-Molotov, a...
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La crónica de su corresponsal en Moscú, a propósito del fallecimiento de Molotov, me ha parecido perfectamente normal a tenor de lo escrito por Pilar Bonet desde que desempeña esa corresponsalía. No puede publicarse nada más negativo con respecto a un personaje histórico de la relevancia de Molotov, a quien se pretende descalificar, esa es la intención, con el propio titular del artículo: Muere Molotov, fiel colaborador de Stalin.
Pero el colmo de la intencionalidad premeditada es decir que el tratado de no agresión con la Alemania nazi, conocido como pacto Ribentrop-Molotov, abrió el camino a la invasión de Polo nia y a la II Guerra Mundial. En cuanto a lo segundo, resulta una afirmación gratuita y hasta teme raria, históricamente indemos trable. Un año antes de ese pacto, septiembre de 1938, los señores Chamberlain (Reino Unido), Daladier (Francia), Hitler (Alemania) y Mussolini (Italia) firmaron el tratado de Múnich, por el cual se hizo entrega a la Alemania nazi del territorio de los Sudetes, parte de Checoslovaquia, cediendo así a la arrogancia hitleriana, en desprecio absoluto de la nación checoslovaca.
Al menos cronológicamente, el pacto de Múnich se anticipó al Ribentrop-Molotov en despejar el camino a la agresión nazi que llevó a la II Guerra Mundial.-